Uncategorized
5 min read
30

April 3, 2023
0

Endurecer la normativa 700 continúa siendo una exigencia de aquellos que alzan la voz por los seres vivos, independientemente de su especie. El caso de Toffy, asesinado en 2021, halló sentencia, pero la Justicia no parece amparar a los animales.

Laura M. Bustillo Valencia

Las plataformas animalistas se pronuncian y exigen justicia para víctima de biocidio. NOÉ PORTUGAL

Fuente: https://www.opinion.com.bo

Toffy era el nombre del perrito de raza cocker que murió en manos de Ronny M., cuando este lo agarró a pedradas sin razón aparente. El hombre fue sentenciado. Para algunos, la pena que reciben biocidas en Bolivia es ‘poca’ o es incumplida.

El 29 de agosto de la gestión pasada, Ronny M., de 26 años, atacó con una piedra a Toffy, can de 8 años de raza cocker que se encontraba descansando en la acera de su casa. El hombre, con los golpes, provocó la muerte instantánea del animal.

Tras verificar esto en cámaras de seguridad, el propietario de Toffy denunció el hecho, el 30 de agosto, ante la Unidad de la Policía Forestal y Preservación del Medio Ambiente (Pofoma). El personal identificó y, luego, terminaron aprehendiendo al autor.

Después de siete meses, el Ministerio Público condenó a Ronny a tres años y seis meses de cárcel. Esta es la primera sentencia por biocidio en Santa Cruz.

Tras la noticia de la sentencia, la fundación Amor Por Los Animales Bolivia (APLAB) agradeció a entes como la Subdirección de Zoonosis, el Ministerio Público, la Policía Forestal Medioambiental y la Sociedad Civil, y al abogado Rodrigo Herrera, por el trabajo y colaboración que realizaron para que se haga justicia por Toffy.

LEY 700

Aunque se hizo ‘justicia’ por el perro asesinado condenando a su agresor, en redes sociales, el debate planteado pasa por el hecho de que se debería de ampliar y endurecer las penas a biocidas y agresores de animales en Bolivia.

La Ley 700 para la Defensa de los Animales Contra Actos de Crueldad y Maltrato fue promulgada en 2015, y establece sanción con privación de libertad de 2 a 5 años y multa de 30 a 180 días, a quien matare con ensañamiento o con motivos fútiles a un animal. La sanción sería agravada si se matare a más de uno.

El 8 de marzo del 2022, el senador Félix Ajpi, junto a la activista Silveria Laureano, presentó un proyecto de ley que modifica la Ley 700 entre la modificación de sanciones, prohibiciones y otros aspectos, plantea sentencias que van de 1 a 10 años de privación de libertad a agresores de animales. Sin embargo, se desconoce si hubo una actualización de dicho proyecto.

Por otro lado, el petitorio de ‘endurecer’ la Ley 700 surgió desde antes, pues en 2021 defensores de animales exigían la ampliación de las penas, tomando en cuenta que en muchos casos hubo incumplimiento o los criminales se “atienen a medidas sustitutivas”.

Ante este petitorio y tras conocer el caso de Toffy, una parte de la población boliviana aún exige medidas más drásticas con penas a biocidas y agresores. La otra parte, miniminiza la situación. Esto se ve reflejado en comentarios de redes sociales de diferentes posts sobre la noticia de la condena por biocidio en Santa Cruz.

MÁS CASOS

– En diciembre del 2021, la policía buscaba al biocida Daniel R., quien era acusado de matar con un machete a un perro en la zona sur de Cochabamba. El hombre fue aprehendido. Alegaron que el sujeto sufría supuestos problemas mentales relacionados con la adicción por el alcohol y las drogas. Tras el conocimiento de este caso también se demandó endurecer la ley 700.

– En julio de 2022, Maylo, de 2 años, can de raza Chow Chow, murió tras se atacado a martillazos. El agresor (su vecino) apenas dijo “ni modo”, tras el hecho. El animal se habría estado defendiendo de los perros de su vecino que lo atacaban, cuando su propietario salió y le proporcionó los golpes de su muerte.

– Sólo el primer semestre de la gestión pasada, Pofoma registró 48 casos de biocidio y 110 rescates de animales entre silvestres y domésticos. Hasta junio, Zoonosis atendió cinco casos de biocidio, en los cuales se incluye el envenenamiento de canes.

– Durante el segundo semestre, dos casos sorprendieron a la población cochabambina. El primero fue de un aparente brujo que utilizaba a perros y gatos para rituales. Esto, en la comunidad de Paracaya del municipio de Punata. El caso fue denunciado por vecinos del “brujo”, quienes manifestaban que los hacía morir de hambre para utilizar sus cueros en rituales.

Además, en la casa del acusado, voluntarios de Narices Frías (quienes realizaron el rescate) encontraron a varios animales en estado deplorable, amarrados y sujetados con alambres de no más de 30 centímetros.

El segundo se trata de dos canes y un gato, que fueron encerrados en su casa durante tres semanas sin agua ni bebida, uno de los perros falleció por inanición (debilidad y falta de alimentos) y el otro can tuvo que comérselo de hambre. El felino fue el único que, por sus características, pudo salir y buscar su propia comida.

La dueña de los animales confesó que los dejó sin agua ni comida. Fue arrestada y acusada por crueldad animal.

– El pasado 14 de marzo del año cursante, al menos tres perros fueron encontrados muertos y otros agonizando en la zona norte de Cochabamba, lo que provocó temor en vecinos pues se presume que los autores fueron antisociales y cometieron el hecho para delinquir.

Estos son sólo algunos casos de maltrato hacia los animales que se conocen en nuestro contexto. Por ello es que se pide endurecer las sanciones contra quienes cometen biocidio u otro tipo de maltrato hacia animales.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Related Posts