Bolivia presenta un elevado índice de informalidad laboral, situándose como el país con el porcentaje más alto en Sudamérica. Aproximadamente el 84% de la fuerza laboral opera al margen de las estructuras formales, una cifra considerablemente superior a la de Perú, donde alcanza el 72%, o Chile, con apenas un 27%. Esta extendida informalidad implica que una gran mayoría de trabajadores carece de protecciones sociales fundamentales y ve limitado su potencial de crecimiento salarial.

En el departamento de Tarija, diversas organizaciones que representan a trabajadores y al sector empresarial han manifestado una profunda preocupación por el incremento del desempleo. Estiman que la desocupación creció un 40% durante el primer trimestre del año, un factor que, según señalan, ha impulsado una significativa expansión del comercio informal.

Las causas atribuidas a esta situación incluyen la actual coyuntura económica adversa, la escasez de divisas extranjeras, los despidos masivos en el sector privado y la ausencia de inversión pública en proyectos de desarrollo. Un representante de un gremio laboral confirmó que la tasa de desempleo supera el 40% en la región, vinculando directamente este fenómeno a los recortes de personal tanto en entidades públicas como en empresas privadas, motivados por la crisis y las limitaciones presupuestarias.

La falta de oportunidades de empleo formal ha provocado un aumento estimado del 80% en el comercio informal en la ciudad de Tarija y zonas fronterizas clave como Yacuiba y Bermejo durante los primeros tres meses del año. Numerosas personas que perdieron sus puestos de trabajo se han volcado a la venta ambulante de productos básicos como alimentos, abarrotes, ropa y comida rápida, entre otras actividades informales, como estrategia para subsistir ante la crisis económica. Un portavoz de las microempresas en Tarija reconoció que muchas pequeñas unidades productivas se han visto forzadas a prescindir de empleados debido a la baja actividad económica y la caída en las ventas. Algunas microempresas, que antes contaban con plantillas de alrededor de 20 trabajadores, han reducido su personal a un máximo de seis a ocho personas.

En contraste con las preocupaciones regionales, las estadísticas nacionales presentan un panorama diferente respecto a la tasa general de desempleo. Datos recopilados por el organismo nacional de estadística indican que la tasa de desocupación a nivel país fue del 3.9% en el primer trimestre. Sin embargo, el desempleo entre la población joven es notablemente mayor, alcanzando el 6%, mientras que para las mujeres la tasa se sitúa en 4.6%. Al analizar las tendencias del empleo urbano, la tasa del 3.9% registrada en el primer trimestre de 2025 representa una ligera disminución respecto al 4.1% observado en el mismo periodo de 2024. En el caso de los jóvenes en áreas urbanas, la tasa del 6% en el primer trimestre de 2025 fue inferior al 6.8% de igual periodo en 2024, aunque significó un aumento comparado con el 5.1% con el que cerró el último trimestre de 2024.

Frente a las actuales presiones económicas, que abarcan desde la escasez de combustibles y la limitada disponibilidad de moneda extranjera hasta el encarecimiento de productos de primera necesidad y la insuficiente generación de empleo, el gobierno nacional ha anunciado un conjunto de medidas. Durante la semana en curso, se han puesto en marcha 11 acciones económicas y se han aprobado 7 decretos relacionados.

Entre las iniciativas clave se incluye el despliegue de personal militar para el control y patrullaje en puntos fronterizos con el objetivo de decomisar productos de contrabando, especialmente carne de res, pollo, cerdo, aceite, harina, trigo y azúcar. Asimismo, se ha aprobado un decreto que eleva el monto máximo de divisas que se puede ingresar al país hasta 50,000 dólares, un incremento considerable desde el límite anterior de 10,000 dólares, con el fin declarado de fortalecer el sistema financiero nacional. Adicionalmente, se ofrecerá un incentivo del 2% de interés anual a las personas que mantengan ahorros de hasta 100,000 bolivianos (equivalentes a aproximadamente 14,367 dólares) en el sistema bancario.

El contexto económico también está marcado por la trayectoria inflacionaria reciente. La inflación acumulada en 2024 alcanzó el 9.97%, la cifra más alta registrada desde el año 2008. Datos oficiales señalan que la inflación interanual durante los primeros cuatro meses del año se ubicó en 5.95%

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Related Posts