Las autoridades en Beni han puesto en marcha una operación de seguridad intensificada, denominada Plan Z, tras el trágico suceso que cobró la vida de Édgar Dorado en el municipio de Santa Ana del Yacuma. Este despliegue incluye un refuerzo de la vigilancia en las principales vías y en los puntos de acceso fronterizos del departamento.
Dorado fue emboscado por dos individuos armados que descendieron de una camioneta gris y abrieron fuego contra él y su acompañante. La jefatura policial en Beni ha confirmado que, además del fallecido, su acompañante, identificado como Ciadar Botero, resultó herido en el ataque.
Botero, quien sufrió un impacto de bala en el antebrazo derecho, fue trasladado a un centro médico donde su condición se reporta como estable. Se encuentra bajo estricta protección policial, siendo considerado una pieza fundamental para el esclarecimiento de los hechos.
Los análisis preliminares realizados por la unidad de criminalística en la escena del crimen indican el uso de al menos dos tipos de armas de fuego, de calibres 7.62 milímetros y 9 milímetros. Se han identificado un total de quince impactos de proyectil, de los cuales siete impactaron directamente en la víctima fatal, mientras que el resto afectó al vehículo.
Aunque las fuerzas del orden no descartan ninguna posibilidad, una de las principales líneas de investigación sugiere una conexión con estructuras del crimen organizado, dada la trayectoria del fallecido. Édgar Dorado había sido previamente vinculado con la investigación que involucró a Misael Nallar, señalado como el principal responsable del homicidio de tres agentes policiales en Porongo, Santa Cruz, ocurrido en junio de 2022
