La situación de Alexander Isak, delantero de 27 años, en el Newcastle permanece inalterada por el momento. Aunque el futbolista sueco ha manifestado su claro interés en un cambio de aires, las elevadas exigencias económicas de su actual equipo representan un obstáculo significativo para concretar su salida.
El atacante ha optado por no unirse a la gira de pretemporada del Newcastle, en un intento por facilitar su traspaso. Su mirada está fija en un único destino: el Liverpool. Sin embargo, en este contexto, es el Al Hilal de Arabia Saudita quien ha intensificado sus gestiones, llamando a su puerta con una insistencia notable.
Se ha revelado que Isak declinó una propuesta económica de magnitudes sin precedentes. El interés del club saudí ha quedado patente en la magnitud de su oferta, que iba mucho más allá de un salario anual de 35 millones de euros y una prima de fichaje de 16 millones.
La propuesta del Al Hilal incluía incentivos por rendimiento que podrían convertir a Isak en uno de los futbolistas mejor pagados del mundo. Cada gol le reportaría 34.000 euros adicionales, y cada asistencia, 21.000. Considerando que la temporada pasada en la Premier League anotó en 23 ocasiones y proporcionó 6 pases de gol, el potencial de ingresos por este concepto era considerable.
Más allá de las métricas individuales, la oferta contemplaba bonificaciones por logros colectivos y personales. El jugador recibiría 4 millones de euros por cada título colectivo conquistado por el Al Hilal, ascendiendo a 4.3 millones de euros si se tratara de la Liga de Campeones asiática. Además, la distinción de máximo goleador de la liga implicaría un bonus de 2 millones adicionales. Adicionalmente, el paquete incluía una asignación mensual de 137.000 euros para gastos personales, así como la provisión de una residencia y un servicio de chófer.
A pesar de esta extraordinaria oferta, Isak ha declinado la propuesta. Su prioridad no radica en el aspecto económico, sino en la ambición deportiva. Su deseo es continuar compitiendo al más alto nivel en Europa, y su destino preferido es el Liverpool. Para ello, el club inglés deberá satisfacer las demandas del Newcastle, que ha tasado al delantero en 150 millones de euros