Los resultados preliminares de las recientes elecciones en Bolivia sugieren un panorama definido para la composición del Senado, donde el Partido Demócrata Cristiano (PDC), liderado por Rodrigo Paz Pereira, se perfila como la principal fuerza política. Las proyecciones indican que el PDC aseguraría quince escaños en la Cámara Alta. Le seguiría de cerca Alianza Libre, encabezada por Jorge Tuto Quiroga, con una estimación de doce senadores.
En tercer lugar, Alianza Unidad, de Samuel Doria Medina, obtendría ocho puestos legislativos. Por su parte, APB Súmate, con Manfred Reyes Villa, lograría una única representación en esta instancia. Es relevante señalar que, según estos primeros conteos, las restantes cinco agrupaciones políticas que compitieron en los comicios no habrían alcanzado ninguna curul en el Senado.
La distribución geográfica de la representación senatorial muestra particularidades para cada fuerza. El Partido Demócrata Cristiano proyecta su presencia en ocho de los nueve departamentos: un senador en Santa Cruz, dos en La Paz, dos en Cochabamba, tres en Potosí, uno en Tarija, dos en Chuquisaca, tres en Oruro y uno en Pando. El único departamento donde no conseguiría representación es Beni.
Alianza Libre, por su parte, contaría con legisladores en todos los departamentos: dos en Santa Cruz, uno en La Paz, uno en Cochabamba, uno en Potosí, uno en Tarija, dos en Chuquisaca, uno en Oruro, uno en Beni y dos en Pando. Alianza Unidad vería su representación distribuida en cinco departamentos: un senador por Santa Cruz, uno en La Paz, dos en Tarija, tres en Beni y uno en Pando. Finalmente, APB Súmate concentraría su único escaño en Cochabamba.
Con la configuración actual de 36 senadores, ninguna de las cuatro fuerzas políticas que lograron representación en la Cámara Alta alcanzaría la mayoría de dos tercios necesaria para la aprobación expedita de leyes. Esta situación anticipa la necesidad de un diálogo constructivo y la búsqueda de consensos entre los diferentes bloques para impulsar la agenda legislativa a partir del 8 de noviembre próximo. El balance de poder en la futura Asamblea Legislativa, tal como lo reflejan estas proyecciones, indica un equilibrio entre las fuerzas, con una notable preponderancia del bloque opositor y un rol protagónico sin precedentes para la candidatura de Paz Pereira