El candidato presidencial boliviano por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz, ha generado una significativa controversia en la región con su propuesta de implementar una nueva fase de legalización para los vehículos sin documentación, comúnmente denominados chutos, que circulan en Bolivia. Esta iniciativa ha suscitado particular inquietud en Chile, donde existe el temor de que dicha medida pueda incentivar un aumento en el robo de automóviles, dada la percepción de que una gran proporción de los vehículos sustraídos en ese país termina ingresando al territorio boliviano.
En un reciente pronunciamiento difundido a través de plataformas digitales, Paz extendió una invitación directa al presidente del Senado chileno, Manuel José Ossandón, para que visite Bolivia. El propósito de este encuentro, según el candidato, sería conversar y profundizar en los detalles de su cuestionada plataforma electoral. Paz enfatizó que su propuesta se orienta a combatir la corrupción y el crimen organizado vinculado al robo de vehículos.
El aspirante a la presidencia, quien sorprendentemente obtuvo la mayor cantidad de votos en la primera vuelta de las elecciones bolivianas, argumentó que su iniciativa busca, por el contrario, transparentar el parque automotor boliviano, identificando el origen y la operatividad de cada unidad. En su mensaje a Ossandón, el candidato reiteró la invitación con un toque personal, ofreciéndole una explicación detallada de su plan mientras compartían un fricasé, un plato típico boliviano. Además, instó al senador chileno a no dejarse influenciar por lo que describió como una guerra sucia electoral en Bolivia, pidiéndole que se enfocara en los aspectos constructivos de la propuesta.
La tensión se intensificó cuando Paz sugirió la posible implicación de miembros de la policía chilena, los carabineros, en el robo de vehículos. El candidato cuestionó si no serían ellos mismos los responsables de sustraer los automóviles que luego aparecen en Bolivia.
Ante estas declaraciones, el senador Ossandón reaccionó enérgicamente, calificando la acusación de inaceptable. El legislador chileno solicitó al gobierno de su país que enviara una nota diplomática a Bolivia para exigir explicaciones formales, afirmando que no toleraría que un candidato extranjero mancillara la reputación de la policía chilena sin pruebas contundentes.
El gobierno chileno también se pronunció al respecto. El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, criticó la postura de Paz, advirtiendo que cualquier forma de legalización de vehículos irregulares serviría como un incentivo directo para la perpetuación de estos ilícitos, tanto dentro como fuera de Chile