La cotización del dólar en el mercado paralelo experimentó una notable disminución esta semana, alcanzando su nivel más bajo en lo que va del año. La divisa estadounidense se transó a 11,30 bolivianos para la compra y 11,29 bolivianos para la venta. Sin embargo, analistas económicos advierten que esta tendencia a la baja podría ser meramente transitoria.
Expertos del ámbito económico señalan que los recientes resultados de las elecciones nacionales, celebradas el pasado 17 de agosto, han generado un ambiente de mayor certidumbre en el panorama económico del país, lo que ha contribuido a esta momentánea estabilidad. No obstante, se enfatiza que esta situación es coyuntural, ya que el sector comercial ha pausado sus importaciones y se encuentra liquidando el stock existente, a la espera de una definición clara sobre el ganador de los comicios.
En este contexto, se anticipa que el valor del dólar podría retomar una trayectoria ascendente. La ausencia de condiciones y cambios estructurales significativos en la economía sugiere que los resultados actuales no son sostenibles a largo plazo. Se prevé un período de inestabilidad en los precios hasta finales de septiembre, tras el cual se esperaría un incremento gradual, culminando el año con un dólar más caro.
La principal preocupación, según los especialistas, no radica en la disponibilidad de dólares, sino en la persistente escasez de carburantes. Esta deficiencia representa una amenaza directa para la producción nacional y ejerce una presión alcista sobre los precios de los bienes de consumo. A pesar de la reciente depreciación del dólar, los comerciantes han observado que los costos de los productos continúan elevándose debido al encarecimiento de los fletes por la falta de combustible.
De hecho, la canasta familiar sigue experimentando un incremento constante, y esta tendencia se mantendrá mientras la economía del país no logre una estabilización. Se ha señalado que la devaluación del dólar ha servido, en cierta medida, como un freno a una escalada aún mayor de los precios. La conjunción de una devaluación monetaria con una inflación descontrolada podría agravar significativamente la situación, especialmente si no se implementan medidas efectivas ante los cambios en las autoridades.
Por su parte, el Banco Central de Bolivia ha manifestado su compromiso de implementar las acciones necesarias para sostener esta trayectoria descendente del dólar. La entidad atribuye la reciente caída de su cotización a una disminución de la incertidumbre y a una reducción en la especulación del mercado.
Un análisis comparativo revela que, al 2 de septiembre, la cotización del dólar paralelo en su versión digital mostraba los mencionados 11,30 bolivianos para la compra y 11,29 bolivianos para la venta. Esto representa una caída de casi el 20% desde el 16 de agosto, un día antes de las Elecciones Generales, cuando la divisa se acercaba a los 14 bolivianos