La implementación de un sistema de fotomultas en Tarija ha generado un considerable debate, provocando el rechazo de diversas organizaciones del sector del transporte y de la Federación Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve). Estos colectivos han expresado su preocupación por las elevadas sanciones económicas que impone la iniciativa.

Ante la creciente ola de críticas, el alcalde de Tarija, Johnny Torres, ha declarado que el proyecto se encuentra en fase de análisis. No obstante, ha subrayado la imperiosa necesidad de fomentar la educación vial entre los conductores para mejorar la conducta ciudadana en las calles.

Durante las últimas semanas, varias entidades vinculadas al transporte han manifestado su profundo malestar con la medida. Sus argumentos no solo se centran en el costo de las multas, sino que también apuntan a presuntas inconsistencias legales en el diseño del proyecto, las cuales, según su interpretación, contravienen lo estipulado en el Código de Tránsito y podrían derivar en su paralización tras una revisión constitucional.

A esta postura se ha sumado activamente la Fedjuve. Su presidente, Celestino Barro, confirmó que la federación remitió una comunicación formal al alcalde Torres el pasado 18 de agosto, expresando su rotundo desacuerdo. Esta acción responde a las numerosas quejas recibidas por parte de la ciudadanía respecto a la desproporción de las sanciones aplicadas.

Barro detalló que la empresa responsable de la gestión de las multas establecía inicialmente sanciones que oscilaban entre los 50 y 65 bolivianos. Sin embargo, si el pago no se efectuaba en un plazo de tres días, se añadía una penalización adicional de 275 bolivianos, elevando el monto total de la infracción a más de 300 bolivianos. El representante vecinal enfatizó que la misión de la Fedjuve es salvaguardar la economía de los habitantes, justificando así su firme oposición a la medida, independientemente de los acuerdos contractuales entre el municipio y la empresa.

Desde la administración municipal, el alcalde Torres se refirió a la continuidad de las fotomultas, indicando que la situación está siendo evaluada, especialmente en el contexto del descontento social y una disputa contractual con la empresa Smart Solutions, encargada del proyecto, sobre una posible rescisión.

El burgomaestre describió las fotomultas como una iniciativa modesta pero con potencial transformador para la vida de las personas. Argumentó que aquellos conductores que respetan las normativas de tránsito no deberían preocuparse por recibir sanciones. En su perspectiva, la ciudad de Tarija adolece de una deficiencia significativa en educación cívica. El alcalde sostuvo que la educación es la vía fundamental para que el país supere su condición de subdesarrollo.

Finalmente, Torres resaltó la importancia de instalar estos sistemas de monitoreo en puntos estratégicos de la ciudad, mencionando específicamente la zona de la exterminal, un lugar donde años atrás un lamentable incidente vial, causado por la imprudencia de un conductor, resultó en la pérdida de una vida

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Related Posts