Durante las recientes celebraciones religiosas, se procedió a la desvinculación de un participante de las tradicionales procesiones debido a su estado de embriaguez. Esta acción, ejecutada en el marco de la colaboración operativa entre la Guardia Municipal y el recién instaurado Comité de Disciplina, fue supervisada por Henry Rivera, quien encabeza la unidad municipal.
El Comité de Disciplina, establecido este año, posee la facultad exclusiva para decidir sobre la permanencia de los promesantes, incluyendo la potestad de retirarles sus turbantes en caso de que contravengan las normas. La Guardia Municipal, en este esquema, brinda el soporte necesario, mientras que la autoridad decisiva sobre la conducta de los participantes reside enteramente en el mencionado comité. Este sistema de gestión y control ya está demostrando una notable eficacia en el desarrollo de las festividades
