La selección boliviana de fútbol ha asegurado su clasificación a la instancia de repechaje para la Copa del Mundo, un logro significativo cimentado en un rendimiento excepcional en su feudo de El Alto. Este escenario particular se ha consolidado como un bastión infranqueable para los rivales.
Desde el 5 de septiembre de 2024, fecha en que el equipo debutó en El Alto con una contundente victoria de 4-0 sobre Venezuela, el estadio ha sido testigo de una racha invicta. A este triunfo inicial le siguieron una victoria por la mínima diferencia (1-0) ante Colombia el 10 de octubre de 2024, y empates frente a Paraguay (2-2 el 19 de noviembre de 2024) y Uruguay (0-0 el 25 de marzo de 2025). La secuencia de resultados positivos se completó con un 2-0 sobre Chile el 10 de junio de 2025.
La reciente victoria por 1-0 contra Brasil, definida por un penal ejecutado por Miguel Terceros a los 48 minutos, culmina una trayectoria sobresaliente en Villa Ingenio. Este desempeño incluye un balance de cuatro victorias y dos empates, destacando que ningún equipo visitante ha logrado superar a Bolivia en El Alto durante la presente Eliminatoria.
Este avance representa un hito sin precedentes para el fútbol boliviano, siendo la primera vez que la selección alcanza la fase de repechaje desde que se implementó su formato actual en 1998. La combinación estratégica de talento joven, una inquebrantable determinación y el fervoroso apoyo de la afición alteña fue crucial para materializar un objetivo que, en un principio, parecía distante.
El gol de penal de Terceros no solo garantizó la clasificación, sino que también se erige como un símbolo de una generación que comienza a escribir su propia historia. En El Alto, el combinado nacional ha demostrado una notable capacidad de superación y carácter, transformando la altitud en un aliado decisivo en su renovada aspiración de competir en un Mundial