La selección nacional de Bolivia consiguió una victoria trascendental el martes por la noche, asegurando su clasificación al repechaje intercontinental para la Copa Mundial de la FIFA 2026. En el Estadio Municipal de El Alto, el equipo superó a Brasil con un marcador de 1-0, un resultado que marca un hito en la trayectoria futbolística del país.
Con este desempeño, el combinado boliviano, que actualmente ocupa el puesto 78 en el ranking global de la FIFA, acumuló un total de 20 puntos, finalizando en la séptima posición de las Eliminatorias Sudamericanas. En contraste, la jornada resultó desfavorable para Venezuela, cuyas esperanzas mundialistas se desvanecieron tras una derrota por 3-6 frente a Colombia en la última fecha.
El torneo de repechaje se llevará a cabo del 24 al 31 de marzo de 2026, con las ciudades mexicanas de Monterrey y Guadalajara como sedes. Este evento adoptará un formato de liguilla innovador y contará con la participación de seis selecciones: Bolivia, en representación de CONMEBOL; dos equipos de CONCACAF; uno de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC); uno de la Confederación Africana de Fútbol (CAF); y uno de la Confederación de Fútbol de Oceanía (OFC). De esta última, Nueva Caledonia, clasificada en el puesto 152 de la FIFA, ya ha confirmado su presencia.
Las seis naciones participantes se distribuirán en dos grupos de tres. Los cuatro equipos con la clasificación FIFA más baja disputarán semifinales a partido único. Los ganadores de estos encuentros iniciales avanzarán para enfrentarse a los cabezas de serie de sus respectivos grupos en una final. Los dos vencedores de estas finales asegurarán los últimos cupos disponibles para el Mundial.
En total, se disputarán cuatro partidos: dos semifinales y dos finales, todos ellos en suelo mexicano, que será una de las naciones anfitrionas del próximo Mundial.
Esta oportunidad representa un desafío histórico para Bolivia, una nación que nunca antes ha logrado una clasificación mundialista a través del sistema de repechaje. El equipo se encuentra ahora ante la posibilidad de competir por un lugar en la máxima cita del fútbol, buscando consolidar su reciente victoria sobre Brasil no como un hecho aislado, sino como el punto de partida de un nuevo capítulo en su historia deportiva