Cada año, en Bolivia, más de dos mil individuos recuperan su salud tras ser afectados por la leishmaniasis, beneficiándose de los tratamientos sin costo que el sistema sanitario pone a su disposición.
Con el fin de asegurar una detección temprana y exacta de la enfermedad, la cartera de Salud ha implementado una versión actualizada del Manual de Procedimientos Técnicos Operativos para el Diagnóstico de Laboratorio de las Leishmaniasis. Este documento esencial busca establecer directrices uniformes y potenciar las habilidades del personal sanitario a nivel nacional.
Anualmente, se registran aproximadamente 2.100 nuevas infecciones. La forma cutánea es la más prevalente, seguida por las variantes mucosa y mucocutánea, mientras que la visceral, la más grave, se presenta con menor incidencia.
La guía revisada tiene el propósito de armonizar y elevar el estándar de los procedimientos diagnósticos en todos los ámbitos de la salud –público, privado y de la seguridad social–, garantizando que los afectados accedan a una terapia apropiada y sin demoras. Este instrumento normativo se alinea con la estrategia sanitaria nacional, buscando integrar y uniformar el proceso de diagnóstico de la leishmaniasis en todo el territorio. El objetivo es que los laboratorios operen bajo criterios estandarizados y con un control de calidad continuo.
El marco regulatorio proporciona un conjunto de directrices para la red nacional de laboratorios, abarcando desde la recolección de muestras hasta la interpretación y validación de los resultados. Asimismo, incluye disposiciones para el monitoreo y la supervisión de la calidad, lo que redundará en beneficio tanto del personal médico como, fundamentalmente, de la ciudadanía impactada por la enfermedad.
**Tratamiento gratuito y acceso universal**
Tras la confirmación de la enfermedad, la terapia se administra sin costo alguno y de forma expedita en todas las unidades de salud del país. Los fármacos empleados, Glucantime y Anfotericina B, son distribuidos mediante el componente de Leishmaniasis del Programa Nacional de Enfermedades Transmitidas por Vectores.
Esta afección parasitaria es propagada por la picadura de un insecto vector y tiene en el canino a su principal huésped reservorio. Su aparición es más común en regiones tropicales y subtropicales, y representa un desafío significativo para la salud pública boliviana.
La prevalencia de la enfermedad abarca más del 70% del territorio boliviano. Siete de los nueve departamentos del país han reportado casos originarios de la región, siendo Oruro y Potosí las únicas excepciones. Específicamente en Tarija, se han identificado pacientes en las localidades de Bermejo, Padcaya y Villa Montes.
La manifestación clínica difiere según el tipo de infección: la leishmaniasis cutánea se caracteriza por llagas o úlceras dérmicas; la mucocutánea provoca lesiones en la nariz, boca y garganta; y la visceral, considerada la más severa, se asocia con fiebre persistente, adelgazamiento, anemia, debilidad generalizada y un agrandamiento del bazo y el hígado.
Ante este panorama, las autoridades sanitarias aconsejan la utilización de mosquiteros, el uso de vestimenta que cubra brazos y piernas, la aplicación de repelentes y el mantenimiento despejado de las áreas circundantes a las viviendas, eliminando vegetación densa que pueda favorecer la proliferación del insecto vector