Lanús aseguró su lugar en las semifinales de la Copa Sudamericana tras un empate 1-1 frente a Fluminense en el emblemático estadio Maracaná de Río de Janeiro. El resultado fue suficiente para el equipo argentino, que había logrado una victoria por 1-0 en el partido de ida disputado en su campo.
El conjunto local, bajo la dirección técnica de Renato Gaúcho, mostró una clara intención de revertir la serie desde el inicio. Su esfuerzo se materializó rápidamente cuando, a los 20 minutos de juego, Luciano Acosta asistió de cabeza al atacante uruguayo Agustín Canobbio, quien con una notable definición, abrió el marcador y puso a su equipo en ventaja.
Sin embargo, la esperanza de Fluminense se vio atenuada en la segunda mitad. A los 67 minutos, el joven Dylan Aquino, de 20 años, silenció a la afición local al convertir el gol del empate. Esta anotación no solo igualó el marcador, sino que también selló la clasificación de Lanús a la siguiente fase del torneo. La jugada que derivó en el tanto de Aquino fue iniciada por Marcelino Moreno, quien le entregó el balón en el área. El delantero remató con aplomo de pierna derecha, superando la resistencia del portero Fábio, quien a pesar de haber mantenido su valla invicta en cinco de los seis partidos previos, no pudo evitar la caída de su arco en esta ocasión.
Con este avance, Lanús, campeón de la Sudamericana en 2013, aguarda ahora la definición de su próximo rival. Este saldrá del cruce entre Universidad de Chile y Alianza Lima, cuya llave se definirá este jueves en territorio chileno, tras haber empatado sin goles en el encuentro de ida.
Un lamentable episodio extradeportivo marcó un paréntesis en el desarrollo del encuentro. Durante el entretiempo, se registraron altercados en las gradas que implicaron a seguidores de Lanús y a efectivos de la Policía brasileña. Estos incidentes obligaron a retrasar el inicio de la segunda parte por varios minutos. Según los reportes de las autoridades policiales locales, los disturbios se habrían originado por una confrontación entre los propios aficionados del equipo visitante, lo que generó momentos de tensión y desplazamientos masivos en el sector asignado a la hinchada. La intervención policial buscó restablecer el orden y la seguridad en la zona. Aunque no se ha confirmado la existencia de heridos, el árbitro venezolano Jesús Valenzuela decidió reanudar las acciones tras una interrupción de aproximadamente 20 minutos