Una reciente resolución judicial ha otorgado detención domiciliaria a Felipe Cáceres, quien fuera viceministro antidrogas durante la gestión de Evo Morales. La determinación, emitida por un juez cautelar en el distrito de Ivirgarzama, en la región del trópico de Cochabamba, establece que Cáceres deberá cumplir la medida en el municipio de Villa Tunari, localidad de la que fue exalcalde y donde figura su domicilio legal. Las condiciones impuestas no incluyen custodia policial ni fianza económica, aunque se le exige presentarse a firmar el cuaderno de control jurisdiccional cada quince días.
La medida judicial se produce tras su aprehensión días atrás, luego del descubrimiento de un laboratorio de clorhidrato de cocaína en un predio donde Cáceres posee una empresa dedicada a la extracción de áridos.
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, ha expresado su enérgico rechazo a la decisión judicial, calificándola de perjudicial. Informó que la Fiscalía ha interpuesto un recurso de apelación contra el fallo, argumentando la existencia de múltiples indicios que justificarían la privación de libertad de Cáceres por presuntos vínculos con el narcotráfico.
En contraste, líderes cocaleros del Chapare y legisladores afines al expresidente Morales, como Leonardo Loza, mantienen la postura de que se trata de un montaje orquestado en contra de Cáceres y otros dirigentes cercanos al exmandatario. Desde este sector, se ha expresado la convicción de que la situación ha sido politizada, sugiriendo que las decisiones sobre culpabilidad y encarcelamiento responden a intereses políticos.
A su salida del regimiento militar en Chimoré, donde permaneció aprehendido, el exviceministro Cáceres manifestó haber sido objeto de una muerte civil en las redes sociales tras la difusión de su captura. Expresó su profunda indignación ante la situación, aunque declinó ofrecer explicaciones sobre cómo un laboratorio de cristalización de clorhidrato de cocaína, con una capacidad productiva estimada en hasta 160 kilogramos, pudo operar sin su conocimiento o el de sus empleados, a solo 600 metros de su empresa de recolección de arena y piedra para la construcción. El exviceministro lamentó las consecuencias personales y familiares de la difusión de su detención, señalando el impacto destructivo de tales acusaciones sin una sentencia firme.
El arresto de Cáceres se efectuó días atrás, cuando una patrulla antidroga localizó el laboratorio de clorhidrato de cocaína en una parcela ocupada por él, la cual pertenece al sindicato de cocaleros Esmeralda, en el municipio de Puerto Villarroel, provincia Carrasco. Precisamente, las dudas sobre la titularidad del terreno fueron uno de los argumentos considerados por el juez para no ordenar el encarcelamiento del exviceministro.
Se ha señalado que la detención de Cáceres tuvo lugar aproximadamente 48 horas después de la captura de Elba Terán, una exdirigente cocalera también vinculada al expresidente Morales, quien fue interceptada con diez kilogramos de estupefacientes mientras intentaba huir en el municipio de Villa Tunari. Informaciones preliminares sugieren que la ubicación de la factoría podría haber sido proporcionada por Terán.
Cáceres ha reconocido públicamente que el trópico de Cochabamba es considerado una zona roja del narcotráfico, dado que el 90% de las fábricas y laboratorios de droga descubiertos y desmantelados se encuentran en esta región, con una concentración particular en el municipio de Villa Tunari, lugar de residencia tanto del exviceministro como del expresidente Morales