El mercado de productos avícolas se prepara para un inminente ajuste en sus precios, una consecuencia directa del significativo incremento en el costo del maíz, insumo fundamental para el sector. El valor del quintal de este grano ha escalado recientemente de un rango de 110 a 115 bolivianos hasta alcanzar los 140 bolivianos, lo que ha generado una estructura de costos insostenible para los productores.
Representantes del gremio avícola han señalado que, ante esta realidad económica, la alternativa era clara: o se procedía con el alza de precios o se detenía la producción, lo que acarrearía un grave desabastecimiento. Mantener los costos actuales haría inviable la continuidad de la actividad productiva.
En este contexto, el precio del kilogramo de carne de pollo, que actualmente se sitúa en aproximadamente 23 bolivianos, se proyecta que aumente a un rango de 27 a 29 bolivianos para el consumidor final. De manera similar, el maple de huevos de tamaño mediano, cuyo precio actual es de 28 bolivianos, podría alcanzar entre 34 y 35 bolivianos.
Aunque la empresa estatal de abastecimiento de alimentos tiene previsto iniciar la provisión de maíz a partir de los primeros días de octubre, esta entrega no cubrirá la totalidad de la demanda del sector. Su objetivo es contribuir a promediar el costo general del maíz y, de esta forma, mitigar los incrementos más drásticos. Los productores subrayan que el maíz es un componente vital e irremplazable en la avicultura, lo que les deja con pocas opciones para asegurar el suministro continuo a la población.
Cabe recordar que, durante los últimos meses, los productores locales habían logrado mantener la estabilidad en los precios de la carne de pollo y los huevos. Sin embargo, la reciente escalada en los costos del maíz ha forzado estos ajustes. Los comercializadores, por su parte, suelen añadir un margen de entre 2 y 3 bolivianos para cubrir sus gastos de intermediación y asegurar una ganancia razonable.
Este próximo incremento adquiere una relevancia particular para los consumidores, ya que la carne de pollo se ha consolidado como una alternativa accesible a la carne de res, especialmente ante las recientes alzas y problemas de abastecimiento en este último segmento. Por tanto, la nueva estructura de precios de los productos avícolas impactará a una amplia porción de la ciudadanía