La disponibilidad y el costo de los tratamientos contra el cáncer se han convertido en un desafío crítico, con una duplicación en los precios de los medicamentos oncológicos que amenaza la accesibilidad para numerosos pacientes. Esta situación se agrava por la escasez de divisas, un factor determinante en un mercado donde más de la mitad de los fármacos son importados, según lo reportado por asociaciones del sector farmacéutico. La falta de dólares compromete directamente el abastecimiento en farmacias y hospitales, dejando a los pacientes oncológicos en una posición particularmente vulnerable.
En los últimos meses, el costo de los medicamentos esenciales para estas terapias ha escalado significativamente. Este incremento se atribuye principalmente a la carencia de moneda extranjera y a los elevados gastos de importación que enfrentan las empresas proveedoras. La problemática no se circunscribe a una única región; pacientes en diversas ciudades del país han elevado sus voces ante las autoridades nacionales, demandando la provisión de fármacos indispensables para sus tratamientos.
Un obstáculo adicional en la adquisición de estos insumos vitales es la Lista Nacional de Medicamentos Esenciales (Liname). Se ha señalado que los precios de referencia establecidos en esta lista no reflejan la realidad del mercado actual, lo que impide la compra de una variedad de fármacos. Ante esta disparidad, se ha instado a una actualización constante de la lista o, alternativamente, a la creación de un listado específico para medicamentos oncológicos que contemple sus costos reales.
La repercusión de esta situación en los centros de salud es palpable, con un suministro limitado de medicamentos. En hospitales, la entrega se restringe a lo disponible, y muchos fármacos no han podido ser adquiridos precisamente por las discrepancias en los precios de Liname. En respuesta, se han enviado comunicaciones al Ministerio de Salud solicitando una modificación al listado oficial, con el objetivo de establecer precios que sean tanto realistas como viables.
Mientras tanto, organizaciones de apoyo a pacientes oncológicos trabajan arduamente para asegurar la continuidad de las terapias. Acompañan los tratamientos, facilitando que los profesionales médicos evalúen periódicamente la eficacia de los medicamentos disponibles y determinen si es necesario realizar cambios. Una necesidad urgente identificada es la de conseguir agentes de contraste para tomografías y resonancias, sin los cuales el avance en los tratamientos se ve seriamente comprometido.
En algunas regiones, los tipos de cáncer más prevalentes incluyen el de mama y cérvix, seguidos por el de estómago y la leucemia. En el contexto de la sensibilización sobre el cáncer de mama, que es la principal causa de mortalidad entre mujeres a nivel global, se recuerda la importancia de octubre como el mes dedicado a esta causa.
A la década de haber iniciado su construcción, el hospital oncológico en una de las regiones aún no ha sido finalizado, registrando apenas un 40% de avance físico. Esta demora tiene consecuencias directas, obligando a una gran mayoría de pacientes con cáncer a trasladarse a otras partes del país en busca de tratamiento.
La crisis económica ejerce una presión considerable sobre las familias. La escasez de medicamentos en los hospitales empuja a muchos a buscar soluciones en farmacias privadas, donde los precios resultan prohibitivos. Ante este panorama, se exploran alianzas estratégicas con diversas instituciones, reconociendo que la mejora de la situación por parte del gobierno podría tomar tiempo. La dificultad para obtener fondos destinados a medicamentos tan costosos como los agentes de contraste, indispensables para múltiples patologías, es una preocupación constante.
Desde la administración de algunos hospitales, se ha atribuido la demora en los desembolsos de recursos gubernamentales para la compra de medicamentos como un factor que impide la autonomía de los nosocomios para abastecerse. La situación es especialmente crítica para los niños que luchan contra el cáncer; actualmente, un número significativo de menores, principalmente entre los 8 y 10 años, están recibiendo tratamiento, siendo la leucemia linfoblástica la patología más frecuente.
Frente a este complejo escenario, el Gobierno Nacional y la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) han acordado establecer mesas técnicas. El objetivo es trabajar en la actualización de los precios de referencia de los medicamentos esenciales a partir de la próxima semana. Este esfuerzo busca proyectar los costos de los medicamentos para el año 2026, tomando en consideración los precios reales observados durante el presente año. Para lograr una actualización de precios acorde a la realidad, Cifabol ha propuesto incorporar factores de indexación en la metodología de costos referenciales. Además, se han identificado otros ejes de trabajo cruciales, como la normalización del abastecimiento y la intensificación de la lucha contra el consumo de medicamentos ilícitos, un problema que tiende a expandirse cuando los pacientes se ven obligados a recurrir al mercado informal ante las limitaciones de la oferta regulada