El sector apícola de Tarija experimenta un crecimiento sostenido en su producción anual, impulsado principalmente por una robusta demanda en el mercado interno. Anualmente, el departamento genera aproximadamente 80 toneladas de miel, de las cuales una porción significativa, cerca de 60 toneladas, se destina a la Empresa Boliviana de Alimentos (EBA). El volumen restante se distribuye entre programas alimentarios, la comercialización en mercados locales de Tarija y envíos a otras regiones del país.

Sin embargo, la inminente transición gubernamental, prevista para el 8 de noviembre, ha generado una considerable incertidumbre entre los productores. Existe una palpable inquietud respecto a la continuidad de los acuerdos comerciales con EBA, que representa el principal canal de venta para la miel tarijeña. Actualmente, se estima que entre 20 y 30 toneladas de miel están pendientes de entrega a la empresa estatal, una situación que se complica con la proximidad de la nueva cosecha, lo que podría resultar en un excedente de producto almacenado.

A esta preocupación se suma el retraso en los pagos por la miel ya entregada. Los apicultores esperan que estas obligaciones se salden a la brevedad, buscando evitar complicaciones adicionales con la entrada de las nuevas autoridades, a pesar de la existencia de un convenio vigente. La dirigencia del sector ha manifestado la necesidad de asegurar la continuidad de este acuerdo con la administración entrante, dada la expansión constante de la producción de miel y la vital importancia de contar con un mercado garantizado.

En un esfuerzo por diversificar y expandir sus horizontes comerciales, los productores apícolas de Tarija tienen la intención de solicitar al nuevo gobierno la autorización para exportar su miel a mercados internacionales. Actualmente, se encuentran preparando la documentación necesaria, adaptándose a las exigencias y requisitos que se les soliciten para este fin. La miel tarijeña ya se comercializa en departamentos como La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Potosí, y el sector considera que existen las condiciones óptimas para incursionar en países vecinos e incluso en el mercado europeo.

En cuanto a los aspectos económicos, la miel a granel se comercializa con EBA a un valor de 32 bolivianos por kilogramo. Por otro lado, la venta directa en mercados alcanza precios que oscilan entre 80 y 100 bolivianos por kilogramo, aunque esta modalidad implica costos adicionales por envasado, etiquetado y otros materiales. Si bien ambas vías de comercialización son rentables en la actualidad, el aumento en el costo de los insumos hace imperativa una evaluación para futuros convenios, ajustando los precios a una hoja de costos de producción actualizada.

La producción de miel en Tarija se concentra principalmente en la Región del Chaco, abarcando municipios como Villa Montes, Yacuiba y Caraparí, así como en el valle central, en localidades como Entre Ríos, Padcaya, Uriondo, Cercado y San Lorenzo. La Asociación Departamental de Productores Apícolas de Tarija (APAT) aglutina a 26 asociaciones, representando a más de 1.500 apicultores en el departamento, aunque se reconoce la existencia de un número considerable de productores no afiliados. Un aspecto destacable es que la mayoría de la producción se realiza bajo prácticas ecológicas.

Una de las deficiencias identificadas por los productores es la escasez de espacios adecuados, como ferias, para la comercialización y visibilización de la miel y sus derivados. El sector no solo produce miel, sino también una variedad de productos como champús, cremas, jabones, desodorantes y propóleos, reconocidos por sus beneficios nutricionales y aportes a la belleza. Para fortalecer la producción y comercialización de estos productos, se plantea la necesidad de presentar una propuesta normativa a la Asamblea Legislativa Plurinacional, buscando la asignación de un presupuesto específico para este fin

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