Tras los lamentables sucesos ocurridos el pasado domingo en las inmediaciones del estadio Gilberto Parada de Montero, donde se registraron altercados entre aficionados al concluir el empate 1-1 entre Guabirá y Blooming por la novena jornada de la Copa Bolivia, la directiva del club local ha emitido una declaración contundente. En su pronunciamiento, la institución azucarera manifestó su enérgica condena a los actos de violencia y exigió la aplicación de sanciones ejemplares a los responsables.
Guabirá enfatizó que el encuentro del 5 de octubre tuvo a Blooming como equipo anfitrión, lo que implicaba para este último la plena responsabilidad de la organización y la seguridad del evento, cubriendo los momentos previos, durante y posteriores al partido. El club montereño sostiene que esta obligación fue incumplida, derivando en las desafortunadas consecuencias observadas: personas heridas, daños materiales y una atmósfera de inseguridad que, a su juicio, es inaceptable.
La entidad roja también señaló que los incidentes recientes no constituyen un evento aislado, sino que forman parte de un patrón recurrente de situaciones en las que, según su perspectiva, Blooming no implementa las medidas preventivas o de control mínimas necesarias para su grupo de animación más radical. Además, Guabirá aclaró que no destinó recursos para la adquisición de entradas destinadas a grupos de hinchas conflictivos y, por el contrario, hizo un llamado público a su afición para mantener la calma y abstenerse de provocaciones.
El comunicado del club montereño insta a las autoridades pertinentes a actuar con determinación y a aplicar el máximo rigor contra quienes resulten ser los autores materiales e intelectuales de los disturbios. La institución subrayó su postura de no tolerar más la violencia en el ámbito futbolístico ni en la comunidad, afirmando que tanto la población de Montero como el club merecen respeto.
Asimismo, Guabirá instó a Blooming a asumir la responsabilidad que le compete como organizador del compromiso y demandó la implementación de acciones concretas que garanticen la seguridad en futuros encuentros del torneo, con el fin de evitar que incidentes similares se repitan.
En respuesta a estas acusaciones, Blooming ha presentado una denuncia formal ante el Tribunal de Disciplina Deportiva (TDD) de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). La acción legal se dirige contra miembros de la Comisión Organizadora de Competiciones y contra el presidente de Guabirá, Rafael Paz, a quienes se les imputan cargos de incitación a la hostilidad y a la violencia, prevaricato, incumplimiento de reglas de juego y abuso en el uso de escenarios acreditados.
La tensión entre ambos clubes persiste, mientras se espera la intervención de las autoridades deportivas para esclarecer las responsabilidades y determinar las posibles sanciones. Los altercados en Montero reavivan el debate sobre la seguridad en el fútbol boliviano, una problemática que continúa sin resolverse y que demanda soluciones urgentes y eficaces