Oriente Petrolero enfrenta un complejo escenario económico. La actual directiva, liderada por su presidenta Mary Cruz Gisela Aguilar, ha revelado la magnitud de los compromisos financieros que agobian a la entidad. El pasivo global de la institución se ha cuantificado en una cifra superior a los nueve millones de dólares, alcanzando específicamente los $us 9.544.239, lo que se traduce en Bs 66.427.904,04. Esta suma engloba las obligaciones contraídas y proyectadas hasta octubre de 2025, cubriendo los periodos de 2023, 2024 y el año en curso.
La porción más cuantiosa de esta carga financiera recae en los compromisos con directivos y terceros, totalizando Bs 37.360.466,40. De este monto, Bs 15.310.523,53 corresponden a 2023, Bs 7.333.080,36 a 2024, y Bs 14.716.862,51 al periodo de 2025. Asimismo, el cuerpo técnico y los jugadores profesionales son acreedores de una suma sustancial, que asciende a Bs 13.754.746,16 en el mismo lapso.
Las obligaciones tributarias ante el Estado también constituyen un rubro importante, ascendiendo a Bs 6.429.380,31, según el reporte presentado por la administración. En cuanto a los pagos adeudados al equipo principal, la presidenta detalló que el monto global alcanza los Bs 13.754.746,40, distribuidos en Bs 3.624.762,64 para el año 2025, Bs 6.342.080,62 para 2024 y Bs 3.787.902,90 para 2023.
Frente a este desafío, la administración actual está desarrollando un plan estratégico para la generación de ingresos, buscando mitigar el déficit. Entre las acciones previstas figuran una campaña masiva de afiliación de socios y la organización de diversos eventos conmemorativos por el 70 aniversario del club, que tendrá lugar en noviembre e incluirá un festival de acceso libre para el público.
La magnitud de estas deudas ha provocado preocupación en el seno de la comunidad albiverde y entre sus aficionados. No obstante, la cúpula directiva expresa su firme confianza en que las gestiones en marcha posibilitarán la estabilización financiera y orientarán a la institución hacia un futuro de mayor solidez económica