La selección boliviana ya tiene definido su camino hacia la clasificación para el Mundial de 2026 tras el sorteo realizado en la sede de la FIFA en Zúrich. Bolivia se enfrentará a Surinam en una semifinal de repechaje intercontinental, un partido único programado para el 26 de marzo. En caso de avanzar, el equipo boliviano disputará la final el 31 de marzo contra Irak, que ya espera en esa instancia según el formato establecido.
Los encuentros se llevarán a cabo en México, específicamente en los estadios de Monterrey y Guadalajara, ambos escenarios que serán sedes oficiales del Mundial 2026. Este factor añade un valor especial a los partidos, que definirán uno de los cupos disponibles para el torneo más importante del fútbol.
Surinam será el primer rival de Bolivia y presenta un estilo de juego dinámico con jugadores físicamente robustos, lo que requerirá un plan táctico cuidadoso por parte del cuerpo técnico boliviano para evitar errores en este duelo decisivo. La modalidad de partido único implica que el vencedor avanzará y el perdedor quedará fuera de la competencia.
Si Bolivia logra superar a Surinam, deberá enfrentar a Irak en la final del repechaje, con la posibilidad de asegurar su regreso a la Copa del Mundo después de más de tres décadas. El sorteo también definió el cuadro general que incluye a selecciones como Jamaica y la República Democrática del Congo, aunque el camino boliviano ya está establecido.
Con las fechas y sedes confirmadas, la selección nacional iniciará una etapa crucial de preparación durante diciembre, enfocándose en la logística, microciclos de entrenamiento y partidos amistosos para llegar en óptimas condiciones a este desafío histórico. El objetivo es claro: conseguir un lugar en la máxima cita futbolística internacional y devolver a Bolivia a la élite del fútbol mundial
