Seis individuos fueron señalados como los principales responsables del ataque violento perpetrado contra un módulo policial en Patacamaya, donde un grupo encapuchado agredió a los agentes, causó daños significativos en la infraestructura y liberó a un detenido. Esta agresión dejó un saldo de seis policías heridos, algunos con heridas que requirieron sutura, además del robo de armamento oficial.
El director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Wáter Sosa, informó que las investigaciones avanzan con el apoyo del Comando Regional de Sica Sica, que logró identificar a los sospechosos a través del análisis de videos y testimonios.
El incidente tuvo lugar cerca de la medianoche del viernes, cuando aproximadamente 15 encapuchados irrumpieron en el módulo policial lanzando piedras y utilizando palos para destruir vidrios y forzar el ingreso a las celdas. Su objetivo fue liberar a un hombre de 27 años arrestado horas antes por un presunto delito de estupro contra una adolescente de 17 años.
El comandante departamental de la Policía, Gunther Agudo, explicó que los uniformados fueron superados en número, golpeados y reducidos antes de que los agresores lograran liberar al detenido.
Aunque inicialmente se relacionó el caso con un operativo en el que se encontró a una menor acompañada por un adulto, la Policía descartó que se tratara de un caso de trata de personas. En cambio, las investigaciones apuntan a que los atacantes actuaron para proteger actividades de contrabando en la zona.
Sosa detalló que los implicados formarían parte de grupos dedicados al “loreo”, una práctica que consiste en alertar sobre la presencia policial para facilitar el paso de mercancías ilegales.
Como resultado de la violenta irrupción, la Policía ha iniciado una investigación por allanamiento, organización criminal, daño a la propiedad, lesiones graves y robo de armas institucionales. Se espera que en las próximas horas se emitan órdenes de aprehensión contra los señalados.
Las imágenes que circulan en redes sociales muestran el interior del módulo policial con vidrios rotos, puertas arrancadas y el suelo cubierto de escombros, evidenciando la magnitud de la violencia ejercida.
Mientras continúa la búsqueda de los responsables, las autoridades mantienen operativos en la región para prevenir nuevos ataques y recuperar el control en una zona afectada por la frecuente presencia de actividades ilícitas relacionadas con el contrabando
