Una menor de siete años permanece hospitalizada desde hace más de dos semanas tras sufrir una lesión interna provocada por un golpe recibido dentro de su colegio. La madre de la niña denunció que la agresión ocurrió en el colegio Teresa de Calcuta, parte de la Red La Salle, donde un compañero de la misma edad le habría propinado un rodillazo que desencadenó una hemorragia interna.
Según el relato de la madre, la psicóloga del centro educativo intentó minimizar el incidente e incluso presionó a las estudiantes para que no hablaran sobre lo sucedido. Además, señaló que ni la institución ni los padres del presunto agresor asumieron responsabilidad alguna. También mencionó que las cámaras de seguridad del colegio registran las imágenes desde la entrada hasta la salida de los alumnos, excepto el momento en que ocurrió la agresión.
Por su parte, la directora del colegio negó cualquier intento de encubrimiento y afirmó que se siguieron los protocolos internos correspondientes, apoyándose en los informes de las docentes. La psicóloga también rechazó las acusaciones, asegurando que mantuvo contacto con la menor sin ejercer presión alguna.
El caso fue derivado a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, que ahora se encargará de investigar los hechos. La madre insiste en que la hemorragia persiste desde el 10 de noviembre, fecha en la que habría ocurrido la agresión.
En respuesta a esta situación, el presidente de las juntas escolares, Franklin Aramayo, anunció que su organización se sumará como parte denunciante ante la Dirección Distrital de Educación. Aramayo criticó la demora de 12 días por parte del colegio para informar a la Defensoría de la Niñez, cuando la normativa vigente establece un plazo máximo de 24 horas para reportar cualquier caso de violencia.
Asimismo, Aramayo solicitó que tanto la directora del colegio como el director distrital enfrenten un proceso administrativo y comparezcan ante un tribunal disciplinario por la supuesta omisión en la aplicación de protocolos y responsabilidades. Además, hizo un llamado a las autoridades educativas para que activen de inmediato las medidas necesarias y cuestionó la existencia de una “cultura institucional” que prioriza la imagen del colegio por encima de la protección y el bienestar de los estudiantes
