El ministro de Desarrollo Productivo, Rural y Agua, Óscar Mario Justiniano, informó sobre los avances en la investigación relacionada con el dirigente de la Confederación Nacional de Panificadores de Bolivia (Conapabol), Rubén Ríos. Según explicó, las pesquisas apuntan a un perjuicio económico al Estado que supera los cinco millones de bolivianos, además de la existencia de una red de corrupción conformada por miembros de la familia del dirigente.
Durante una conferencia de prensa, el ministro detalló que la denuncia fue presentada por su cartera, lo que derivó en la aprehensión de Ríos tras su comparecencia ante la Fiscalía. La investigación revela indicios de irregularidades y manejos corruptos vinculados a la subvención de harina destinada al sector panificador, administrada por Emapa.
Ríos enfrenta cargos por enriquecimiento ilícito con afectación al Estado, tráfico de influencias y contratos lesivos, todos relacionados con el uso indebido de la harina subvencionada. Además, se confirmó que la red de corrupción incluye a familiares directos del dirigente, entre ellos su hijo, quien también fue detenido y puesto a disposición de la justicia.
El ministro Justiniano señaló que las investigaciones podrían ampliarse para involucrar a otros familiares y ejecutivos relacionados con el sector panificador. Asimismo, destacó que el exgerente Franklin Flores, vinculado al caso, se encuentra prófugo, y se están realizando esfuerzos para dar con su paradero y esclarecer su participación.
El funcionario enfatizó que estas acciones no constituyen persecuciones políticas, sino una respuesta firme ante el daño económico ocasionado a las familias bolivianas. Además, aseguró que se buscará recuperar los recursos desviados y que todas las personas implicadas serán investigadas sin excepciones, con el objetivo de garantizar transparencia y justicia en este caso
