El ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, reveló las difíciles condiciones en las que encontró esta cartera estatal al momento de asumir su gestión. Destacó que, incluso, no contaban con servicio de internet, lo que refleja el deterioro administrativo que enfrentaba la institución. No obstante, enfatizó que la nueva administración no tiene intenciones de llevar a cabo persecuciones ni actos de venganza.
Oviedo calificó la situación como una verdadera bancarrota, señalando que los proveedores de combustible habían suspendido el suministro debido a la falta de pagos. Afortunadamente, gracias a una relación previa con uno de los proveedores, se logró negociar una extensión de tres meses para saldar las deudas pendientes.
El ministro lamentó profundamente el estado en que se encuentra la gestión pública, resaltando la dificultad para localizar documentos y convenios durante la revisión de la institución, lo que genera una imagen preocupante ante organismos externos que visitan el país.
Respecto a posibles investigaciones o procesos legales derivados de esta situación, Oviedo aclaró que la intención del gobierno no es aplicar medidas punitivas ni perseguir a funcionarios anteriores, sino más bien reconstruir y fortalecer la institucionalidad nacional, que, según sus palabras, ha quedado desmantelada y debilitada
