Tras el declive de la producción de gas en Bolivia, la redacción y aprobación de una nueva ley de hidrocarburos se vuelve más urgente. Diferentes voces urgen la necesidad de abandonar la ideología de izquierda en lo que a la nacionalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se refiere y abrir el país a la inversión privada. Se argumenta que una nueva ley de hidrocarburos debe mejorar las condiciones, fijar cambios estructurales, hacer más transparente la empresa y terminar con los interinatos.

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