En un acontecimiento inusual en Tarija, una pareja que había completado el proceso de adopción intentó devolver al niño que habían acogido, argumentando dificultades para adaptarse a su personalidad. Este incidente ha suscitado una fuerte respuesta de las autoridades, resaltando la necesidad de una adecuada preparación para los padres adoptivos.

María Esther Valencia, directora del Servicio Departamental de Gestión Social (SEDEGES) de Tarija, manifestó su profunda preocupación por esta situación: “Esto no puede ocurrir, no es aceptable. Los niños no son objetos, no se pueden devolver”.

Valencia subrayó que no existe la posibilidad de devolver un niño adoptado, enfatizando que la responsabilidad de los padres es educar y guiar a sus hijos, sin importar los desafíos que se presenten en el camino.

Las autoridades han tratado este caso con gran seriedad. El SEDEGES colaboró estrechamente con el juez correspondiente para imponer sanciones severas a la familia involucrada. Como resultado, se anuló el proceso de adopción, se retiró la custodia del menor y se les ha prohibido, de manera permanente, solicitar una adopción en Tarija y en todo el país. Esta medida tiene como objetivo enviar un mensaje claro sobre la seriedad y el compromiso que implica la adopción.

Valencia explicó que la pareja había cumplido con todos los requisitos, incluyendo un curso de preparación, y que su justificación no se relacionaba con problemas económicos, sino con la dificultad de adaptarse al carácter del niño. Este caso ha generado un debate sobre la importancia de mejorar la preparación y el soporte a las familias adoptivas.

Afortunadamente, el niño involucrado ha encontrado una nueva familia en menos de tres meses, quienes lo recibieron con los brazos abiertos. Esta rápida solución resalta la efectividad del sistema de protección infantil en Tarija, que actúa en beneficio de los menores.

En términos de adopciones, Tarija presenta índices alentadores. Valencia destacó que, a nivel nacional, las adopciones y reintegraciones alcanzan el 12%, mientras que en Tarija se sitúan en un 17%, superando a otros departamentos en la restitución del derecho a vivir en familia.

El SEDEGES ha gestionado un total de 85 casos de adopción, con la mayoría de los niños adoptados en el rango de 0 a 6 años. También se han registrado adopciones exitosas de adolescentes, como el caso de un joven de 14 años que fue acogido por una docente de Villamontes, lo que demuestra que es posible y beneficioso adoptar a niños mayores.

El proceso de adopción en Tarija es riguroso y exige una preparación exhaustiva de los futuros padres adoptivos. Valencia explicó que es esencial completar un curso de formación de cuatro días, que se ofrece tres veces al año, además de realizar una evaluación social para asegurar que las familias estén preparadas emocional y económicamente.

El SEDEGES también lleva a cabo un seguimiento post-adoptivo durante dos años, garantizando que se respeten los derechos del niño o adolescente adoptado. Este seguimiento incluye evaluaciones psicológicas, sociales y médicas cada seis meses, conforme a lo estipulado por la ley.

Pese a la singularidad de este incidente, Valencia destacó los aspectos positivos del sistema de adopción en Tarija. Recientemente, el Viceministerio de Igualdad de Oportunidades realizó una inspección que arrojó resultados muy favorables. “Estamos contentos con la evaluación realizada por el Viceministerio, ya que se ha observado un fenómeno particular en Tarija, diferente al resto del país”, comentó Valencia.

Los inspectores también elogiaron la calidad del servicio y la atención brindada a los niños en Tarija. Valencia mencionó que el equipo técnico que llegó desde La Paz quedó impresionado y felicitó a los profesionales locales por su dedicación. “Esto nos motiva a continuar trabajando con el mismo compromiso, sin escatimar recursos para asegurar que nuestros niños reciban la atención que merecen”, concluyó

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