La aprobación de un préstamo de 75 millones de dólares por parte de la Corporación Andina de Fomento (CAF) ha generado un intenso debate en la Cámara de Diputados, donde la bancada de Comunidad Ciudadana (CC) brindó su apoyo al gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS). Sin embargo, esta decisión no estuvo exenta de críticas, ya que un grupo reducido de diputados manifestó su desacuerdo, argumentando que las explicaciones ofrecidas por el ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, no fueron satisfactorias.
El proyecto, que ahora se encuentra en manos del Senado para su revisión, se enmarca dentro de un decreto de emergencia nacional emitido por el gobierno. Cusicanqui defendió el uso de los fondos, aclarando que estos se destinarán a atender la emergencia provocada por fenómenos climáticos adversos, y no solo a las necesidades inmediatas de la administración pública, como insinuó el diputado Miguel Roca. Este último se opuso a la votación, sosteniendo que el préstamo debería enfocarse en la atención de la sequía en lugar de los problemas relacionados con las lluvias.
Roca no fue el único en expresar su desacuerdo. Un grupo de diputados de la facción evista también criticó la recurrente solicitud de créditos por parte del gobierno, sugiriendo que estos se utilizan para cubrir salarios en lugar de atender las emergencias que realmente lo requieren.
Por otro lado, la diputada Toribia Lero, de CC, justificó su apoyo al préstamo al considerar la situación crítica que enfrentan muchas regiones que necesitan asistencia urgente. Sin embargo, no escatimó en criticar a los dos grupos del MAS, a quienes calificó de hipócritas por su enfoque en el desarrollo, argumentando que los incendios forestales son consecuencia de un modelo de desarrollo que ha sido cuestionado desde su aprobación en 2013.
Lero también planteó interrogantes sobre el futuro del país, señalando que el próximo Bicentenario no podrá celebrarse adecuadamente si se continúa con un modelo que ha llevado a la devastación de la Amazonía y a la contaminación de ríos y lagos. Su crítica se centró en la aparente contradicción entre el discurso del MAS sobre el vivir bien y la realidad ambiental que enfrenta Bolivia