La presidenta de la Asociación de Productores de Hortaliza del Valle del Sur de Bolivia, Silvia Rodríguez, ha comunicado la intención de solicitar una reunión con el Ministerio de Desarrollo Rural y Economía Plural. El objetivo de este encuentro es asegurar la comercialización de la cebolla producida en el sur del país, especialmente a medida que se aproxima el inicio de la cosecha en noviembre.
Los productores de cebolla de Tarija, Potosí y Chuquisaca están en la búsqueda de garantizar mercados para su producto, y esperan concretar la reunión con las autoridades del ministerio en la próxima semana. Rodríguez enfatizó la importancia de abordar la cuestión de la comercialización y ha expresado la necesidad de suspender la importación de cebolla, particularmente la que proviene de Perú.
Desde 2017, los productores han presentado su solicitud para la suspensión de importaciones con tres meses de anticipación, específicamente en septiembre, antes de la cosecha. El año anterior, se pidió que esta suspensión se mantuviera desde noviembre hasta junio, periodo en el que se comercializa la cebolla nacional. Sin embargo, el ministerio ha informado que Perú ha presentado una demanda contra Bolivia, alegando que no se están cumpliendo los acuerdos bilaterales relacionados con la importación de cebolla.
Debido a esta situación, la solicitud de suspensión ya no se realiza mediante carta formal, sino de manera verbal. Rodríguez recordó que en 2021 se demostró, con datos concretos, que la producción nacional era suficiente para abastecer el mercado interno, eliminando la necesidad de importar cebolla. Para respaldar esta información, el Ministerio de Desarrollo Rural contrató a una empresa consultora encargada de recopilar datos sobre la producción.
La dirigente aseguró que, aunque en el sur del país hay cebolla disponible para abastecer el mercado, esto solo ocurre entre noviembre y junio, lo que ha dificultado avanzar en la solicitud de suspensión de importaciones. Este año, se planea retomar el diálogo con Perú para lograr la suspensión del ingreso de cebolla importada.
Rodríguez también mencionó que una gran parte de los productos que ingresan desde Perú lo hacen de manera ilegal. Actualmente, el precio de la cebolla en los mercados de Tarija es notablemente bajo, situación que se repite en el resto del país. En ciudades como El Alto y La Paz, la oferta de cebolla peruana es considerable, lo que ha llevado a los productores a exigir un control más riguroso por parte de las autoridades.
En años anteriores, se llevaron a cabo operativos de control por parte del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando, donde se encontraron productos de contrabando que no contaban con la certificación de importación. Para distinguir el producto nacional del importado, se han implementado planillas de movimiento que permiten identificar la cebolla proveniente de los municipios del sur.
Los productores cuentan con un certificado que garantiza la procedencia nacional de su cebolla. En ocasiones, han colaborado en operativos de control, donde se ha evidenciado que los productos de contrabando generalmente carecen de certificación. La cebolla nacional, en cambio, está acompañada por la planilla de movimiento correspondiente.
La suspensión de la importación de cebolla es vista como una medida necesaria para mejorar los precios en los mercados y evitar pérdidas económicas para los productores nacionales, como ha sucedido en años anteriores. Rodríguez subraya la importancia de garantizar mercados para la comercialización de la cebolla producida en el país
