Los incendios forestales que han devastado Bolivia han generado una crisis humanitaria de gran magnitud, afectando especialmente a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes. Según el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental de Santa Cruz, se han perdido más de 7 millones de hectáreas solo en ese departamento, lo que se considera el mayor desastre ambiental en la historia de la región. La fundación Terra también ha reportado que la cifra total de hectáreas consumidas por el fuego en el país supera los 10 millones, con más de 742,000 focos de calor detectados en el oriente boliviano. Estos incendios no solo arrasan con los ecosistemas, sino que también agravan las condiciones de violencia y desigualdad que ya enfrentan las niñas en el país.

La calidad del aire ha alcanzado niveles alarmantes, con índices que superan los 400, lo que representa un grave riesgo para la salud pública. La exposición al humo, sumada a la escasez de agua potable y la inseguridad alimentaria, pone en peligro la salud de los más jóvenes.

En respuesta a esta crisis ambiental que ha afectado drásticamente los medios de vida, ha contaminado fuentes de agua y ha interrumpido el sistema educativo, el Gobierno Nacional ha declarado una situación de desastre nacional mediante el Decreto Supremo N° 5235, emitido el 30 de septiembre de 2024. Esta declaración tiene como objetivo proteger el medio ambiente y la salud de la población, así como salvaguardar la biodiversidad y las actividades económicas de los bolivianos.

La prolongada sequía de los últimos seis meses ha incrementado la gravedad de la situación, limitando aún más la disponibilidad de agua. Este fenómeno ha creado una emergencia compleja, con dos crisis críticas ocurriendo simultáneamente en las mismas áreas. La sequía ha llevado a que el forraje y la vegetación se sequen, haciéndolos más propensos a los incendios. Las comunidades afectadas no solo carecen de agua para sus necesidades básicas, sino que también enfrentan escasez de agua para combatir los incendios.

Aunque los incendios impactan a toda la población, las niñas son las más vulnerables debido a su situación de desigualdad. En situaciones de emergencia, son más propensas a sufrir violencia de género y explotación. En muchas comunidades rurales, la falta de agua potable obliga a las niñas a recorrer largas distancias en condiciones peligrosas, aumentando el riesgo de violencia física y sexual, así como problemas de salud relacionados con la exposición al humo.

La interrupción de las clases debido a la emergencia también incrementa el riesgo de explotación, incluyendo la trata de personas. Samira, una adolescente de San Javier, expresa su preocupación: “Aquí ya no se puede respirar ni con barbijo. Las clases han sido suspendidas, y quienes tienen asma no pueden salir de casa”.

La crisis también afecta el acceso a productos de higiene menstrual, lo que agrava aún más la situación de las niñas y adolescentes. Juanita, una joven lideresa de San Ramón, comenta sobre la dificultad de mantener la higiene adecuada en medio de la contaminación: “La contaminación del agua por cenizas nos afecta especialmente a las mujeres. Durante la menstruación, la situación es aún más complicada, lo que impacta gravemente nuestra salud”.

En este contexto crítico, el Gobierno de Bolivia ha tomado medidas para mitigar los efectos de la crisis. Plan International Bolivia ha activado equipos de respuesta para ofrecer asistencia humanitaria, distribuyendo alimentos y apoyo a bomberos y familias afectadas. Marco Rojas, representante de la organización en Bolivia, señala que gracias a fondos de emergencia, se podrá brindar ayuda a más de 4,800 personas, incluyendo alimentos, agua potable y apoyo emocional.

Además, se han realizado evaluaciones en comunidades rurales para mejorar el acceso al agua y proporcionar forraje a los pequeños ganaderos que han perdido sus pasturas. En el marco del Día Internacional de la Niña, Plan International ha lanzado la campaña #NiñasSeguras, haciendo un llamado a la acción para garantizar la protección de las niñas en Bolivia y en todo el mundo

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