En Tarija, se está llevando a cabo la organización del Congreso Departamental de Salud, un evento que tiene como objetivo reunir a las principales autoridades sanitarias de los gobiernos nacional, departamental y municipal. La intención es abordar y encontrar soluciones a los problemas más urgentes que enfrenta el sistema de salud en la región.
Magdalena Guerrero, presidenta del Consejo Social Municipal de Salud de Tarija-Cercado, ha indicado que el Ministerio de Salud ha solicitado la postergación del congreso, lo que ha generado incertidumbre sobre la nueva fecha de realización del evento. Guerrero enfatizó que el congreso es crucial para discutir los desafíos más apremiantes en el ámbito sanitario del departamento.
Hasta ahora, se han llevado a cabo varias reuniones de coordinación entre las autoridades de salud y representantes de las provincias para definir los temas que se abordarán durante el congreso. En una conversación anterior, Javier Cruz, presidente del Consejo Social Departamental de Salud, había mencionado que la realización del evento estaba prevista para la segunda quincena de octubre.
Uno de los temas centrales que se planea discutir es la falta de una rectoría clara en el sistema de salud, lo que ha generado desorden en la gestión de recursos humanos. Guerrero destacó que, aunque se ha trabajado en la aprobación de planes de desarrollo para todos los municipios, el municipio de Uriondo aún no había presentado su documento, aunque se espera que esto se resuelva pronto.
La problemática de los ítems de salud es otro de los puntos críticos que se abordará. Actualmente, la falta de claridad sobre la asignación de estos ítems, que son distribuidos entre el Ministerio de Salud, la gobernación y los gobiernos municipales, complica la situación. Guerrero y otros actores del sector consideran esencial establecer una única rectoría para gestionar adecuadamente los recursos humanos en salud.
Además, se ha propuesto incluir en la agenda del congreso el tema de la salud mental, buscando abordar de manera puntual los asuntos más necesarios sin extenderse a otros temas que podrían desviar el enfoque.
Guerrero también se refirió a las acciones de protesta llevadas a cabo por los trabajadores de la salud, expresando su respeto por sus decisiones, pero subrayando que no se debe castigar a la población en el proceso. En cuanto a las denuncias sobre la manipulación de los ítems, mencionó que esta problemática ha existido durante mucho tiempo y que incluso hay clanes familiares involucrados, lo que dificulta su resolución.
La falta de una rectoría única en el sistema de salud ha sido identificada como un factor que perpetúa estos problemas. Guerrero criticó el proceso político detrás de la elección de autoridades en el sector, sugiriendo que esto ha llevado a decisiones que no benefician a la población.
Finalmente, la situación en el hospital San Antonio ha sido objeto de controversia, con disputas entre la Alcaldía y la Gobernación sobre la designación de un director. Guerrero lamentó que, aunque el hospital había comenzado a funcionar de manera efectiva, la politización del cargo ha generado inestabilidad en su dirección