La situación en la Terminal de Buses de Tarija se ha vuelto preocupante debido a la escasez de diésel, lo que está afectando de manera significativa el servicio de transporte interdepartamental. Según el director de la terminal, Álvaro Zurita, la frecuencia de salidas ha disminuido drásticamente, generando inquietud entre los viajeros.
Tradicionalmente, la terminal manejaba alrededor de 60 salidas diarias hacia diferentes departamentos. Sin embargo, en la actualidad, esta cifra ha caído a menos de 40, ya que las empresas de transporte enfrentan serios problemas para obtener el combustible necesario.
Zurita describió la situación como crítica, indicando que las empresas llegan a la terminal, descargan pasajeros y carga, y luego deben esperar de dos a tres días en las estaciones de servicio para poder conseguir diésel. Este proceso no solo retrasa los viajes, sino que también complica la planificación de los itinerarios.
Además, la terminal ha visto una notable disminución en sus ingresos, que han caído entre un 20 y un 30%. Al ser una entidad que se sostiene con sus propios recursos, esta reducción afecta gravemente su viabilidad financiera.
Los pasajeros, por su parte, se encuentran en un estado de incertidumbre al momento de comprar boletos. Aunque los pasajes se ofrecen por la mañana, muchas veces no se puede confirmar la salida hasta bien entrada la tarde. En los casos donde no se logra obtener diésel, se procede a reembolsar el costo del pasaje, aunque se intenta reubicar a los viajeros en otras empresas que puedan garantizar su traslado