El 20 de noviembre, el Gobierno Municipal de Yunchará tomó una importante decisión al aprobar la creación del Área Protegida Municipal Peña Rajada, con el objetivo de salvaguardar la rica diversidad biológica y el patrimonio paleontológico y cultural de la región. Esta iniciativa fue impulsada por el alcalde Agustín Casazola Fernández y la presidenta del Concejo Municipal, Ema Nélida Gutiérrez, a través de una ley autonómica municipal.
La implementación de esta área protegida surge como resultado de las actividades que Prometa (Protección del Medio Ambiente Tarija) ha estado llevando a cabo en el altiplano sur, contando con la colaboración de varios socios, incluyendo la organización ambiental Andes Amazon Fund (AAF). En años anteriores, Prometa había contribuido a la creación de dos áreas protegidas en el sur de Potosí, específicamente en Tupiza y Cotagaita, donde se logró la conservación del guanaco andino, una especie en peligro de extinción. En el último año, el enfoque se ha centrado en la consolidación de Peña Rajada, priorizando la protección del cóndor andino.
Este majestuoso ave, símbolo del patrimonio natural boliviano, ha enfrentado una drástica disminución en su población en Sudamérica. En 2021, se registraron 35 cóndores envenenados en Tarija, y actualmente se estima que la población total en el país no supera los 1.388 ejemplares. La Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza la ha clasificado como especie vulnerable. Las amenazas más significativas para su supervivencia incluyen la destrucción de su hábitat y la ingestión de cebos tóxicos.
Peña Rajada ofrece un refugio seguro para el cóndor andino, un entorno natural que se mantiene alejado de la intervención humana, lo cual es crucial para su reproducción, dado que esta especie solo puede criar una vez cada dos años. Además, el área alberga diversas especies como el zorro andino, el puma y la vicuña, así como una rica variedad de flora y restos arqueológicos.
Las Áreas Protegidas Municipales son espacios naturales administrados por las autoridades locales en colaboración con otros actores, con el fin de proteger la fauna y flora de las amenazas, especialmente las derivadas de la acción humana. Estas áreas también pueden servir como respuesta a los desafíos del cambio climático.
La Ley Municipal de Tarija N° 252 establece los principios que subrayan la relevancia de estos espacios, promoviendo la armonía con los derechos medioambientales, el equilibrio en el uso del suelo y el interés colectivo de la sociedad. En consecuencia, se prohíben desarrollos urbanos y asentamientos irregulares que puedan afectar las fuentes de agua.
La viabilidad de esta Área Protegida Municipal fue posible gracias a la colaboración entre Prometa, el Municipio y las comunidades locales, quienes llevaron a cabo investigaciones sobre la población de cóndores y elaboraron documentos técnicos que respaldaron la creación del área. Además, se realizaron actividades de socialización con las comunidades de Yunchará y se desarrollaron materiales comunicacionales para difundir la iniciativa