El Colegio de Economistas de Tarija ha advertido que la recesión económica y el contrabando están intensificando la informalidad laboral en la región. Ante esta situación, el sector privado ha solicitado la implementación de medidas efectivas para mitigar sus efectos.

En Tarija, el empleo formal es mayormente dominado por el sector público, mientras que las empresas privadas presentan una participación más reducida. Se prevé que para el año 2025 la tasa de informalidad laboral aumente, dado que tanto el Gobierno Departamental de Tarija como el Gobierno Municipal de Cercado han anunciado ajustes que implicarán una disminución en la contratación de personal, adaptándose así a la nueva realidad económica. La Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT) ha expresado preocupaciones similares.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desocupación urbana en Tarija se situó en un 3,7% al segundo trimestre de 2024, lo que podría parecer un indicador positivo. Sin embargo, el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2023 revela que, al tercer trimestre de ese año, un alarmante 80,8% de los trabajadores en Bolivia se encontraba en la informalidad.

En el ámbito gubernamental, el gobernador Oscar Montes ha confirmado que se implementarán recortes en la plantilla, reduciendo el número de funcionarios de 600 a poco más de 500 para 2025. Además, se planea ajustar los salarios, afectando especialmente a los cargos jerárquicos, aunque el personal técnico mantendría su escala salarial, aunque podría verse afectado por la fusión y reducción de unidades dentro de la Gobernación.

La situación en la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT) no es diferente. Con un déficit de 1,9 millones de bolivianos al cierre de 2023 y un presupuesto reducido a 17,5 millones para la presente gestión, se han tomado decisiones drásticas como la eliminación de consultores en línea y la reducción de gastos en refrigerios y viáticos. El asambleísta del MAS, José Yucra, ha indicado que la ALDT ya no cuenta con personal técnico para apoyar a los legisladores, lo que podría persistir en 2025.

Los gobiernos municipales también enfrentan desafíos similares. En Cercado, aunque no se ha emitido un comunicado oficial, el Sindicato de Trabajadores Municipales ha expresado su inquietud por el futuro de los consultores en línea, señalando que ha habido dificultades en el pago de salarios y que la contratación de estos profesionales está en riesgo por la falta de recursos.

Marcelo Romero, empresario y expresidente de la FEPT, ha manifestado que el sector privado ha estado lidiando con las consecuencias de la crisis económica durante un tiempo considerable, lo que ha elevado el desempleo. A pesar de las reiteradas solicitudes a las autoridades para que se tomen medidas preventivas, estas no han sido atendidas. Romero sostiene que la falta de inversión tanto estatal como privada en Tarija ha acentuado la crisis, a diferencia de otras regiones donde la situación es más manejable.

La perspectiva laboral para 2025 es incierta, según Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija. Considera que la tasa de desocupación del 3,7% es difícil de creer, dado el alto nivel de informalidad y el autoempleo presente en el país. Estima que solo un 5% de la fuerza laboral disfruta de empleo formal, lo que refleja una economía predominantemente informal, tal como ha indicado la OIT.

Romero advierte que la tendencia en Tarija es a la baja, con la economía en contracción, lo que se traduce en menos producción y consumo, y, por ende, menos oportunidades laborales. Anticipa que la situación podría empeorar en el próximo año, a pesar de que las estadísticas puedan mostrar cifras favorables, la realidad del empleo formal se verá afectada significativamente.

Finalmente, señala que la falta de empleo puede llevar a una forma de esclavitud moderna, donde los trabajadores se ven obligados a aceptar condiciones desfavorables. Esto ha llevado a que el sector privado opte por contratar consultores por proyectos, evitando así establecer relaciones laborales a largo plazo y el pago de beneficios sociales. En este contexto, el panorama laboral en Tarija se presenta como un desafío considerable

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