En el marco de las conmemoraciones del Bicentenario, se presentó este lunes en la ciudad de Sucre una significativa publicación titulada Libro de la Historia de Bolivia en su Bicentenario.
Esta obra, que supera las 750 páginas y se estructura en seis ejes temáticos, es el resultado de un exhaustivo proceso de investigación colaborativa y diversa. Para su elaboración, se conformaron seis equipos de investigación, seleccionados mediante convocatoria pública y provenientes de distintas regiones del país, lo que asegura una pluralidad de enfoques.
Se proyecta que este volumen no solo perdurará en la memoria colectiva, sino que también se consolidará como un documento fundamental para comprender una visión auténtica de la trayectoria histórica boliviana. Su contenido explora procesos históricos de larga duración, abarcando desde las formaciones de las civilizaciones originarias, el periodo de la colonización, las luchas por la independencia, la configuración del estado republicano, los movimientos sociales del siglo XX, hasta el proceso constituyente que dio origen al actual Estado Plurinacional.
A lo largo de sus extensas páginas, la publicación se dedica a rescatar las voces de sectores históricamente marginados, incluyendo a pueblos indígenas, mujeres, trabajadores, afrobolivianos y jóvenes. De este modo, se articula una lectura crítica de la historia nacional, presentada desde la perspectiva de aquellos que tradicionalmente fueron excluidos.
La obra se concibe, además, como una brújula esencial para el presente, al iluminar los orígenes de la nación, su identidad actual y las aspiraciones futuras. Se espera que este libro se establezca como una fuente bibliográfica de referencia en todos los niveles educativos, dada la riqueza de miradas y experiencias que convergieron en su creación.
Finalmente, se destacó la trascendencia de esta iniciativa para que la población boliviana acceda a una narración histórica que refleje plenamente sus raíces y orígenes, visibilizando a los actores que la historiografía tradicional había omitido, lo que representa un reconocimiento largamente esperado