El presidente de Bolivia, Luis Arce, inició su agenda en Brasil con un encuentro bilateral de alto nivel junto a su homólogo brasileño, Luiz Inácio ‘Lula’ Da Silva, apenas horas después de su llegada al país vecino este lunes. La visita oficial del mandatario boliviano contempla, además de las reuniones diplomáticas, una revisión médica programada para una condición de salud que ha requerido seguimiento constante.

Durante las conversaciones, el jefe de Estado boliviano enfatizó la amplitud y el carácter estratégico de la agenda de trabajo conjunta. Destacó la plena coincidencia en la necesidad de asegurar la continuidad de los proyectos bilaterales en curso, sin importar las coyunturas políticas. Estos proyectos abarcan áreas fundamentales como la cooperación fronteriza, el desarrollo energético, el intercambio comercial, las inversiones, la industrialización y la construcción del puente sobre el río Mamoré.

La actual misión de Arce en Brasil integra tanto compromisos de Estado como un control de salud esencial. Este componente médico del viaje había sido anticipado por el propio presidente en agosto, tras las elecciones, cuando anunció su intención de realizar un chequeo anual. En aquella ocasión, el mandatario boliviano hizo pública su decisión para disipar cualquier especulación sobre el propósito de su desplazamiento.

Fuentes del gobierno boliviano confirmaron que el itinerario presidencial abarca ambos aspectos. Se explicó que el presidente se somete a controles de salud periódicos, una práctica establecida desde su recuperación de una enfermedad oncológica. Estas evaluaciones médicas rutinarias forman parte integral de su agenda, un hecho que el propio presidente había comunicado previamente.

La historia clínica del presidente Arce se remonta a junio de 2017, cuando tuvo que dejar su cargo como ministro de Economía para viajar a Brasil y someterse a una intervención quirúrgica debido a un cáncer de riñón de gravedad. Tras la exitosa operación, permaneció en el país para un periodo de recuperación obligatorio antes de retornar a Bolivia. En aquel entonces, incluso se organizaron iniciativas dentro del gobierno para contribuir a sufragar los costos de su tratamiento

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