Con motivo del asesinato de Fernando Villavicencio, candidato presidencial ecuatoriano, se declaró un estado de excepción en el país, así como un periodo de luto nacional. Las autoridades dijeron mantener la fecha de las elecciones generales anticipadas previstas para el 20 de agosto. Estados Unidos, España, Chile, la Unión Europea y la misión de observadores de la OEA condenaron el crimen, que fue tildado de “detestable” y “salvaje”.
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