Las empresas distribuidoras han comenzado a informar sobre un aumento en los precios de productos esenciales como las gaseosas y la cerveza, lo que impactará directamente a los comercios locales y a los negocios de alimentos en las comunidades.
La fluctuación en los precios de la canasta básica ha generado inquietud entre los habitantes de Tarija, quienes enfrentan una crisis económica marcada por la escasez de dólares y combustibles. El aumento en el tipo de cambio en el mercado paralelo ha encarecido tanto los productos importados de manera legal como aquellos que ingresan al país de forma irregular.
A pesar de que en días recientes el valor del dólar en el mercado paralelo ha mostrado una ligera baja, los precios de muchos alimentos no han experimentado una caída similar. Por el contrario, continúan siendo volátiles o elevados, lo que ha llevado a las familias a sentir una disminución en su poder adquisitivo.
En el ámbito de los productos frescos, se observa una variabilidad notable en los precios de las verduras. Por ejemplo, el costo de productos como el perejil, cilantro, acelga, espinaca y apio ha disminuido, ubicándose entre 2 y 3 bolivianos por mazo, lo que ha sido bien recibido por los consumidores. Sin embargo, otros vegetales, como el pepino, han visto un ligero aumento en su precio.
La lechuga escarola se encuentra en un rango de 2 a 3 bolivianos por unidad, mientras que la lechuga señorita se ofrece a precios similares o incluso más bajos. En contraste, la papa, un alimento fundamental en la dieta local, ha experimentado un aumento notable, con precios que varían entre 14 bolivianos por cuartilla, 48 por arroba, y hasta 420 por carga en los tamaños más grandes.
La cebolla roja ha registrado una leve disminución, bajando de 10 a 8 bolivianos en la última semana, mientras que la cebolla blanca se mantiene en 20 bolivianos. En cuanto a la arveja, este producto esencial se mantiene con un precio elevado, alcanzando los 26 bolivianos por cuartilla, un notable incremento en comparación con los 12 a 14 bolivianos que costaba en épocas más estables.
El tomate, por su parte, ha mostrado una tendencia a la baja en su precio, con costos que oscilan entre 8 y 10 bolivianos por cuartilla para los ejemplares más grandes, y 70 bolivianos por caja. Sin embargo, la zanahoria ha visto un aumento significativo, con precios que varían entre 6 y 8 bolivianos por cuartilla y hasta 400 bolivianos por bolsa, atribuible a la baja disponibilidad del producto.
Productos de primera necesidad como el azúcar, la harina, el aceite, el arroz y los fideos han experimentado aumentos considerables. Vecinos preocupados han señalado que algunos de estos productos han duplicado o incluso triplicado sus precios. Por ejemplo, el costo del arroz ha pasado de 5 a 10 bolivianos por kilo, y el aceite de 5 litros, que anteriormente se vendía entre 48 y 50 bolivianos, ahora se encuentra entre 60 y 65 bolivianos.
Adicionalmente, productos como aderezos, gaseosas y cerveza también han visto un aumento en sus precios, lo que ha sido comunicado por las empresas a los comercios, que ya están ajustando sus precios al alza. Esta situación representa un golpe significativo para la economía familiar, especialmente para aquellos con ingresos limitados.
En respuesta a esta situación, líderes comunitarios y ciudadanos han manifestado su preocupación, exigiendo a las autoridades que implementen medidas efectivas para combatir la especulación y el agio. Solicitan al Gobierno que refuerce la vigilancia en las fronteras para evitar el contrabando de alimentos, lo que agrava la inestabilidad de precios en el mercado local.
Por otro lado, la Confederación de Gremiales de Bolivia ha anunciado la organización de marchas a nivel nacional en protesta por el aumento de precios de la canasta familiar. Las movilizaciones comenzarán el lunes en Cochabamba, con continuaciones programadas para Santa Cruz, La Paz y otros departamentos en los días siguientes, según lo informado por Juan Carlos Vargas, ejecutivo de la segunda federación de gremiales de Tarija
