El enfrentamiento entre el Bayern Múnich y el Flamengo por el pase a los cuartos de final del Mundial de Clubes se desarrolló con una intensidad notable, culminando con la victoria del conjunto alemán por cuatro goles a dos. A pesar de la resistencia mostrada por el equipo brasileño, la contundencia ofensiva del conjunto bávaro, liderada por la eficacia de Harry Kane, resultó decisiva para asegurar su avance en la competición.

Ambos equipos desplegaron un estilo de juego marcadamente ofensivo, asumiendo riesgos elevados con una presión constante que a menudo concentraba a los veintidós jugadores en un espacio reducido del campo. Esta estrategia, si bien generaba vulnerabilidades defensivas, también propiciaba transiciones rápidas y oportunidades claras de gol ante cualquier recuperación de balón o pase filtrado.

Los primeros dos tantos del equipo germano, obra de Leon Goretzka y Harry Kane en la primera mitad, ilustraron esta dinámica. Ambos goles surgieron de recuperaciones en campo contrario, seguidas de disparos potentes desde fuera del área que encontraron la red. Cada error del Flamengo en la salida de balón era castigado de inmediato, aunque esto no mermó la determinación del conjunto sudamericano.

El inicio del partido vio a un Bayern Múnich dominante, que generó peligro desde los primeros compases. El primer gol llegó en el tercer saque de esquina a su favor, apenas a los cinco minutos de juego. Un centro de Joshua Kimmich fue desviado de manera desafortunada por el defensor chileno Erick Pulgar, introduciendo el balón en su propia portería.

Cuatro minutos después, Harry Kane amplió la ventaja. Dayot Upamecano, a pesar de ser defensor central, recuperó el balón en una posición avanzada y lo cedió al delantero inglés. Con un control preciso y un par de toques, Kane ejecutó un potente disparo que, tras golpear en el poste, se alojó en la red, validando la estrategia ofensiva del Bayern.

No obstante, el Flamengo persistió en su búsqueda por controlar el esférico y entrar en el partido. Al cuarto de hora, generaron su oportunidad más clara cuando De Arrascaeta recibió un pase al borde del área pequeña y parecía tener un gol asegurado, pero una intervención providencial de Manuel Neuer mantuvo el cero en el marcador.

La resistencia brasileña dio frutos a la media hora de juego, cuando Gerson conectó un potente disparo que acortó distancias. El extremo del Flamengo apareció desde segunda línea en el área rival, desatando la euforia de su afición.

El broche de oro a una primera mitad repleta de emociones lo puso Goretzka con un gol espectacular. Un despeje deficiente de la defensa brasileña dejó el balón a sus pies, y el mediocampista no dudó en rematar desde unos treinta metros. Aunque el guardameta Rossi pudo haber hecho más, pareció quejarse de una obstrucción visual por parte de uno de sus defensores.

La tranquilidad que este tercer gol había brindado a los alemanes se disipó al inicio de la segunda mitad, cuando el árbitro Michael Oliver señaló un claro penal por una mano de Michael Olise. Jorginho, un especialista desde los once metros, engañó a Neuer y convirtió el lanzamiento, volviendo a estrechar el marcador.

Flamengo y Bayern continuaron con un ritmo frenético, ajenos al resultado y a las condiciones climáticas. Los cambios comenzaron a sucederse y, aunque las ocasiones fueron menos frecuentes que en la primera mitad, la expectativa de un nuevo movimiento en el marcador era palpable.

En el minuto 70, el Bayern introdujo a Jamal Musiala, buscando una chispa diferente para sellar el encuentro. El talentoso mediocampista alemán no necesitó tocar el balón para que esto sucediera, ya que el gol llegó nuevamente tras una recuperación en la salida de balón brasileña.

En esta ocasión, fue Aleksandar Pavlovic, quien había ingresado poco antes en lugar de Goretzka, quien recuperó el balón con una entrada a unos 35 metros de la portería rival. El esférico llegó a Kimmich, que encontró a Kane en el área, y el delantero inglés demostró una vez más su maestría en la definición, colocando el balón junto al poste, lejos del alcance del guardameta.

El técnico del Flamengo, Filipe Luis, realizó tres sustituciones en busca de un milagro, pero el Bayern supo contener los embates sin conceder ocasiones de excesivo peligro. Olise y Musiala incluso tuvieron oportunidades para anotar el quinto gol en dos ocasiones, pero la defensa primero, y Rossi después, frustraron sus intentos.

El Bayern Múnich se enfrentará al París Saint-Germain en los cuartos de final del Mundial de Clubes el próximo 5 de julio en Atlanta. El conjunto parisino había superado previamente al Inter Miami por un contundente 4-0.

El Flamengo, por su parte, se despide del torneo con una única derrota, aunque esta se produjo en el partido decisivo. A pesar de la eliminación, su desempeño en la fase de grupos y el juego desplegado contra el Bayern lo consolidan como uno de los equipos que ha dejado una impresión más favorable en la competición hasta el momento. La afición brasileña así lo reconoció, animando a sus jugadores tras el pitido final, independientemente del resultado

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