La provisión de agua potable en la localidad de Bermejo enfrenta serias interrupciones, derivadas de las recurrentes fracturas en la tubería principal del proyecto de aducción que capta el recurso del río San Telmo. Esta situación ha dejado a los habitantes sin el vital suministro durante varios días de la semana.
Recientemente, se logró subsanar una sección dañada de la tubería, sin embargo, poco después, se reportó una nueva ruptura en otro punto de la infraestructura. Este patrón de fallas no es un incidente aislado, sino una problemática constante que ha afectado a la comunidad.
De hecho, los inconvenientes con la tubería se remontan a dos años atrás, cuando, un día antes de la recepción definitiva del proyecto, se produjo una explosión en la línea a unos 500 metros de la Planta de Tratamiento. En aquel momento, la población demandaba urgentemente el servicio. Aunque se solicitaron y aparentemente se subsanaron las observaciones para la recepción del proyecto, ya entonces se había exigido el reemplazo completo de la tubería debido a su fragilidad. La respuesta obtenida fue que solo se cambiarían las secciones con mayor presión.
Se ha identificado que la tubería que presenta estas fallas recurrentes es de procedencia india, mientras que las secciones fabricadas en Argentina, instaladas en otras partes de la red, no han mostrado los mismos problemas. La fragilidad del material es tal que las rupturas son frecuentes, habiéndose registrado incidentes recientes en zonas conocidas como El Volcán y la Quebrada El Toro.
La reparación o sustitución de las secciones dañadas es un proceso que consume tiempo y recursos, ya que en algunos puntos la tubería se encuentra a gran profundidad, requiriendo el uso de maquinaria pesada para las excavaciones. Aunque se realiza la distribución del agua, la continuidad del servicio no puede garantizarse debido a la inestabilidad de la red. Los residentes han experimentado hasta cuatro días sin agua, esperando una solución pronta y duradera.
Como medida complementaria, se utiliza el bombeo de agua desde el río Bermejo, pero esta alternativa resulta insuficiente. Las bombas existentes están llegando al final de su vida útil y, aunque deberían impulsar 60 litros por segundo, en ocasiones solo alcanzan los 30 litros por segundo. A pesar de que la situación mejoró tras el mantenimiento del filtro, el sistema aún no opera a su capacidad óptima, lo que impide un abastecimiento adecuado, incluso distribuyendo por barrios.
Ante la persistencia de estos desafíos, se ha solicitado la intervención de la Contraloría General del Estado para llevar a cabo una auditoría exhaustiva del proyecto. Sin embargo, para realizar dicha auditoría, sería necesario detener el funcionamiento del sistema de aducción del río San Telmo, una medida difícil de implementar dado que es la única fuente de suministro principal y no se cuenta con una alternativa viable para abastecer a la población durante ese periodo.
Se argumenta que un proyecto de esta envergadura no debería haber utilizado tres tipos diferentes de tubería, habiendo adquirido material de dos empresas argentinas y una hindú, siendo esta última la que genera los constantes inconvenientes.
En cuanto al suministro de emergencia, en gestiones anteriores, la gobernación y el municipio de Tarija, junto con Defensa Civil, proporcionaron cisternas para la distribución de agua. Sin embargo, el Gobierno Municipal de Bermejo devolvió las cisternas prestadas por la gobernación, una decisión que ahora se considera un desacierto. Actualmente, tanto la gobernación como la alcaldía están realizando esfuerzos para abastecer a la población a través de cisternas. No obstante, se ha observado que el agua distribuida por este medio no siempre es apta para el consumo humano al no estar potabilizada, lo que evidencia deficiencias adicionales en la gestión municipal