El calendario futbolístico de 2025 culminará con la esperada Copa Mundial Sub-17, que tendrá lugar en Catar del 3 al 27 de noviembre. Esta edición marcará un hito significativo al ser el primer torneo global de la FIFA en esta categoría en expandirse a 48 selecciones participantes, entre las que se encuentra la representación boliviana.
La competición se estructurará en doce grupos, cada uno compuesto por cuatro equipos. Tras una fase inicial de todos contra todos, avanzarán a los dieciseisavos de final los dos primeros clasificados de cada serie, junto con los ocho mejores terceros de la tabla general. A partir de esta etapa, el formato será de eliminación directa hasta determinar al campeón.
Todos los encuentros se disputarán en los ocho modernos campos de juego del complejo Aspire Zone, ubicado en la ciudad de Al Rayyan. La gran final se celebrará en el emblemático Estadio Internacional Khalifa, un escenario que ya fue protagonista durante la Copa Mundial de 2022.
A lo largo de su historia, la Copa Mundial Sub-17 ha sido dominada por Nigeria, que ostenta el récord de cinco títulos, desde su primera victoria en la edición inaugural de China en 1985 hasta su último triunfo en Chile 2015. Brasil le sigue de cerca con cuatro coronas. Otras naciones como Francia, la Unión Soviética, Arabia Saudita, Suiza, Inglaterra y la actual campeona, Alemania, han levantado el trofeo en una ocasión. Precisamente, Alemania llegará a Catar para defender el título conseguido en Indonesia 2023, donde protagonizó una emocionante final contra Francia, resuelta en una dramática tanda de penales.
El Estado de Catar, anfitrión de este prestigioso evento, es una nación de Asia Occidental que ocupa la península homónima en la costa noreste de la península Arábiga. Su única frontera terrestre la comparte con Arabia Saudita al sur, mientras que el resto de su territorio está bañado por las aguas del Golfo Pérsico. Doha, su capital, concentra a más del ochenta por ciento de la población, y su geografía se caracteriza por un paisaje desértico llano y de baja altitud.
Este torneo ha servido históricamente como plataforma de lanzamiento para algunas de las mayores estrellas del fútbol mundial. Nombres legendarios como Luis Figo, Francesco Totti, Ronaldinho, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Neymar y Phil Foden, entre otros, forjaron parte de su camino hacia las grandes ligas europeas en esta competición.
Entre los talentos que dejaron su huella en el Mundial Sub-17, destaca el brasileño Neymar. En la edición de 2009, aunque marcó su primer gol con la camiseta de la Seleção, su equipo no logró superar la fase de grupos. Años más tarde, su carrera despegó en clubes como el Barcelona y el Paris Saint-Germain, coronándose también con una medalla de oro olímpica. Curiosamente, a pesar de una fuerte petición popular para incluirlo en la selección absoluta para Sudáfrica 2010, el entonces seleccionador Dunga optó por no convocar a la joven promesa.
Otro guardameta de renombre, Alisson Becker, también disputó todos los partidos de Brasil en aquel Mundial Sub-17, aunque su actuación no fue suficiente para evitar la eliminación de su equipo. Tras una década en el Internacional de su país, su trayectoria lo llevó a la Roma y luego al Liverpool, donde se consolidó como uno de los mejores porteros del mundo. En un hecho memorable, en mayo de 2021, Alisson se convirtió en el primer portero del Liverpool en anotar un gol, y el primero en la Premier League, con un espectacular cabezazo ante el West Brom.
El alemán Mario Götze, por su parte, brilló en la edición de 2009 con tres anotaciones, a pesar de que su equipo cayó en octavos de final frente a Suiza. Su talento lo llevó a destacarse en clubes profesionales y en la selección alemana, donde inmortalizó su nombre al marcar el gol de la victoria en la final del Mundial de 2014 contra Argentina, entrando desde el banquillo para darle el título a su país.
Finalmente, Marc-André ter Stegen, la figura del Barcelona, también participó en el Mundial Sub-17 de 2009. Después de más de un centenar de partidos con el Borussia Mönchengladbach, se unió al club catalán en 2014. Durante la temporada 2022/23, el portero alemán estableció un impresionante récord al mantener su portería imbatida en veintiséis encuentros.
La selección boliviana, una de las 48 participantes, ya conoce su hoja de ruta en la fase de grupos. Su debut está programado para el lunes 3 de noviembre contra Sudáfrica, seguido por un encuentro frente a Italia el jueves 6 de noviembre. Cerrará su participación en la primera ronda el domingo 9 de noviembre, enfrentándose al anfitrión, Catar.
La presencia de Bolivia en este certamen evoca recuerdos de sus anteriores incursiones en citas mundialistas juveniles. En 1985, la Academia Tahuichi hizo historia al ser invitada al Mundial Sub-16 en China, marcando la primera vez que un equipo boliviano competía en una Copa del Mundo de categorías menores. Aquel plantel contaba con figuras como Jorge R. Arteaga, Erwin Sánchez y Marco Antonio ‘Diablo’ Etcheverry.
Dos años más tarde, en 1987, Bolivia regresó al escenario global, esta vez en el Campeonato Mundial FIFA Sub-17 en Canadá, tras haberse coronado campeón sudamericano el año anterior. Integrada en el Grupo D junto a la Unión Soviética, Nigeria y México, la selección boliviana inició su campaña con un empate 2-2 ante México, con goles de Manuel Lobo y Luis Héctor Cristaldo. Posteriormente, cayó por un ajustado 3-2 frente a Nigeria, con anotaciones de Cristaldo y Herbert Arandia, y concluyó su participación con una derrota 4-2 ante la Unión Soviética, que a la postre sería la campeona del torneo, con goles de Marcos Urquiza y Marco Antonio Etcheverry. Ese equipo también incluía a Rafael Arrázola y Eduardo Jiguchi, entre otros talentos
