Bolivia se encamina hacia una cita electoral histórica con la celebración de una segunda vuelta presidencial el próximo 19 de octubre. En esta contienda, el centrista Rodrigo Paz se enfrentará al derechista y exmandatario Jorge Tuto Quiroga, quien ocupó la presidencia entre 2001 y 2002. Para asegurar la transparencia y eficiencia del proceso, las autoridades electorales departamentales han puesto en marcha el proceso de verificación del material que se utilizará en esta decisiva jornada.
La región oriental de Santa Cruz, reconocida por su extensión, densidad poblacional y su rol como motor económico del país, fue la primera en iniciar estas labores de supervisión de papeletas y demás insumos electorales. En un centro logístico ubicado en instalaciones militares, se examinan más de dos millones de papeletas y se operan más de siete líneas de producción. El personal encargado se asegura de la integridad de cada voto, descartando cualquier imperfección como manchas, roturas o errores de impresión. Una vez verificadas, las papeletas son contadas y selladas en sobres herméticos, los cuales también pasan por un riguroso control de calidad.
Dentro de esta fase logística, se prevé el ensamblaje de 9.115 maletas de sufragio. Estos paquetes serán distribuidos en 1.124 recintos electorales, tanto urbanos como provinciales, bajo la custodia de 1.791 notarios electorales. El resguardo del material se mantiene bajo estricta vigilancia, con sistemas de cámaras de seguridad, y su distribución a los colegios electorales comenzará tres días antes de la segunda vuelta. El Tribunal Supremo Electoral ha sido el encargado de entregar todo el material a los nueve tribunales departamentales, quienes gestionan el proceso a nivel regional.
Mientras tanto, en la región central de Cochabamba, la capacitación de los jurados electorales avanza, cubriendo primero la zona metropolitana y extendiéndose posteriormente a las provincias. En diversas áreas rurales de este departamento, se han implementado capacitaciones en quechua para garantizar la plena comprensión de las responsabilidades electorales. En La Paz, el armado de los paquetes electorales ya ha comenzado, incluyendo elementos esenciales como las listas de votantes habilitados, la información de las organizaciones políticas, los certificados de sufragio y las ánforas. Se anticipa que el resto de los departamentos se sumarán a estas tareas logísticas en los próximos días, completando la revisión y el ensamblaje de sus respectivos materiales.
Más de 7.5 millones de ciudadanos bolivianos están habilitados para ejercer su derecho al voto dentro del país, a los que se suman más de 369.000 votantes inscritos en 22 naciones extranjeras, replicando la participación observada en la primera vuelta del pasado 17 de agosto. Este balotaje representa una novedad en el sistema político boliviano, instaurado por la Constitución de 2009, que establece este procedimiento cuando ningún candidato supera el 50% de los votos o, habiendo superado el 40%, no logra una diferencia de más de diez puntos porcentuales respecto al segundo. En la primera ronda, Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano, obtuvo el 32.06% de los sufragios, frente al 26.70% alcanzado por el expresidente Jorge Quiroga, de la alianza Libre