El próximo 9 de septiembre, la ciudad de El Alto será escenario de un hito en el fútbol boliviano. Por primera vez, el estadio Villa Ingenio acogerá un partido nocturno de la selección nacional, un encuentro programado para las 19:30 que enfrentará al combinado local con la potente escuadra de Brasil, en el marco de la última doble fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a la Copa Mundial de 2026. Este evento marcará un antes y un después para el equipo en su reducto de altura.

Hasta la fecha, los cinco compromisos disputados por el equipo nacional en el recinto alteño se habían llevado a cabo exclusivamente en horario vespertino, a las 16:00. Durante esta franja horaria diurna, Bolivia ha cosechado tres victorias, superando a Venezuela, Perú y Chile, y ha logrado dos empates frente a Paraguay y Uruguay. Estos duelos se desarrollaron bajo el sol altiplánico, aunque en ocasiones las condiciones climáticas presentaron desafíos, con la presencia de lluvia o granizo.

La singularidad de este próximo partido no radica únicamente en la envergadura del rival, sino también en el contexto en el que se desarrollará. La iluminación artificial y el frío característico de la noche añadirán un nivel adicional de complejidad, especialmente para el equipo visitante. La selección brasileña deberá adaptarse a la considerable altitud de 4.150 metros sobre el nivel del mar y a una temperatura que, al momento del pitazo inicial, se estima que rondará los 5°C.

El debut de Bolivia en Villa Ingenio se produjo con una contundente goleada de 4-0 sobre Venezuela. Posteriormente, el equipo sufrió una ajustada derrota de 0-1 ante Colombia, pero logró rescatar empates con esfuerzo frente a Paraguay (2-2) y Uruguay (0-0). En su más reciente presentación en este escenario, el conjunto boliviano retornó a la senda del triunfo con un sólido 2-0 sobre Chile. Si bien la localía en El Alto ha demostrado ser ventajosa, el inminente enfrentamiento contra Brasil representa el desafío más exigente hasta ahora.

La expectación en torno a este encuentro es palpable. De las 17.500 entradas puestas a disposición, 11.500 fueron adquiridas en tan solo cuatro horas a través de una plataforma digital. Actualmente, restan 6.000 boletos, cuya venta física se iniciará este sábado en las boleterías del estadio. El entusiasmo de los aficionados es tal que, desde la noche del martes, se ha observado a seguidores acampando en los alrededores del recinto para asegurar su acceso.

Este partido podría resultar determinante en las aspiraciones de Bolivia de alcanzar, como mínimo, la zona de repechaje. El equipo se ubica en la octava posición de la tabla con 17 puntos, a tan solo una unidad de Venezuela, que provisionalmente ocupa el último cupo para la repesca intercontinental. Por consiguiente, tanto el duelo ante Colombia en Barranquilla, programado para el 4 de septiembre, como el choque con Brasil, se perfilan como auténticas finales para el combinado nacional.

La noche del 9 de septiembre promete ser memorable. Su trascendencia no solo se debe a la jerarquía del adversario, sino también al simbolismo de un nuevo horario, una atmósfera inédita y un estadio que se espera esté completamente lleno para alentar a una selección que anhela regresar a una Copa Mundial después de más de tres décadas

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Related Posts