La selección de Bolivia ya tiene definido su camino hacia el Mundial de 2026 tras el sorteo realizado en la sede de la FIFA en Zúrich. En esta instancia, se confirmó que el equipo boliviano se enfrentará a Surinam en la semifinal del repechaje intercontinental, un partido único que se disputará entre el 23 y 31 de marzo de 2026.
La FIFA estableció que los encuentros se llevarán a cabo en México, específicamente en los estadios de Monterrey y Guadalajara, dos recintos que también serán sedes durante la Copa del Mundo. Este escenario será el marco para que Bolivia busque avanzar en la competencia.
El primer rival, Surinam, presenta un estilo de juego dinámico y cuenta con jugadores físicamente fuertes, lo que exigirá al cuerpo técnico boliviano diseñar una estrategia precisa para afrontar un encuentro sin margen de error. La semifinal será decisiva: el equipo que resulte vencedor avanzará, mientras que el perdedor quedará fuera de la contienda.
De superar esta fase, Bolivia se medirá en la final del repechaje con Irak, que ya tenía asegurada su posición en esta instancia según el formato establecido por la FIFA. El ganador de esta definición obtendrá uno de los dos cupos disponibles para acceder al Mundial de 2026.
El sorteo también completó el cuadro general de la repesca, que incluye a otras selecciones como Jamaica y la República Democrática del Congo, pero el camino de Bolivia está claramente trazado: primero Surinam, luego Irak y, si logra imponerse en ambos partidos, el país podría regresar a la máxima cita del fútbol mundial tras más de tres décadas.
Con las sedes y fechas confirmadas, la selección boliviana iniciará una etapa clave de preparación. El mes de diciembre será fundamental para organizar la logística, planificar microciclos de entrenamiento y programar partidos amistosos, todo con el objetivo de llegar en óptimas condiciones a la competencia que representa uno de los mayores desafíos para el fútbol nacional en los últimos 30 años
