La crisis económica en Bolivia ha llevado a la paralización de numerosos proyectos de ingeniería, un problema que la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB) ha identificado como consecuencia directa de la escasez de dólares en el país. Según su presidente, Pascual Velásquez Osorio, la falta de esta moneda estadounidense está afectando gravemente al sector de la construcción, ya que muchos insumos necesarios deben ser importados y no hay suficientes divisas para cubrir estas necesidades.
Velásquez destacó que, debido a esta situación, muchas empresas se ven obligadas a considerar la rescisión de contratos en lugar de continuar invirtiendo en proyectos que podrían llevarlas a la quiebra. La dependencia del dólar es clara, y aunque algunos intentan recurrir a otras divisas como el yen japonés o el euro, estas no logran reemplazar al dólar en el comercio internacional. La economía global está dominada por el dólar, y las transacciones en otras monedas son prácticamente inviables, afirmó.
El presidente de la SIB también subrayó que, para mejorar la situación, es fundamental incrementar la producción y fomentar las exportaciones para atraer más dólares al país. Sin embargo, reconoció que Bolivia enfrenta desafíos significativos en este sentido, ya que no es autosuficiente en la producción de muchos bienes, a pesar de contar con recursos naturales abundantes, como el hierro del Mutún. Este proyecto, que se inició hace más de 15 años, aún no ha logrado materializarse, lo que refleja una falta de eficiencia en la gestión de recursos.
Además, Velásquez señaló que la inversión pública ha disminuido, y la situación económica es especialmente preocupante en regiones como Tarija, donde las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman una crisis aún más profunda. La incapacidad del país para aprovechar sus reservas y recursos podría tener consecuencias graves para el empleo y el bienestar económico de la población