A medida que se acercan las elecciones generales en Bolivia, programadas para el 17 de agosto de 2025, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se encuentra en un periodo de intensa actividad. Aunque aún faltan semanas para la divulgación oficial del calendario electoral, se anticipa que este será aprobado el 2 de abril. La normativa actual exige que dicho calendario sea emitido al menos 120 días antes de la fecha de las elecciones, lo que ha llevado a los funcionarios del TSE a trabajar en la planificación de este proceso crucial.
El vocal del TSE, Tahuichi Tahuichi, ha indicado que el calendario incluirá más de 60 actividades necesarias para el desarrollo de los comicios, donde los ciudadanos bolivianos tendrán la oportunidad de elegir a su presidente, vicepresidente, 130 diputados, 36 senadores y nueve representantes ante organismos parlamentarios supranacionales. Esta elección se perfila como un momento clave en la vida política del país.
En un contexto político dinámico, la renuncia del expresidente Evo Morales al Movimiento Al Socialismo (MAS) también ocupa un lugar destacado en la agenda del TSE. Este martes se discutirá la validez de su renuncia, presentada a través de un poder notarial, lo cual ha generado controversia sobre si este procedimiento se ajusta a la normativa vigente. El vocal Gustavo Ávila ha señalado que la Sala Plena del TSE decidirá si acepta o no este tipo de renuncias, enfatizando que la ley debe aplicarse de manera equitativa a todos los ciudadanos.
La situación se complica aún más por el hecho de que la solicitud de Morales fue enviada desde el Tribunal Electoral Departamental (TED) de Cochabamba, lo que ha suscitado dudas sobre la legitimidad del trámite. La resolución sobre este asunto podría sentar un precedente importante en el manejo de las renuncias dentro de los partidos políticos en Bolivia.
Además de la renuncia de Morales, el TSE se prepara para llevar a cabo un simulacro del Sistema de Transmisión y Publicación de Resultados Preliminares (TREP), que será utilizado durante las elecciones. Este ensayo, programado para el miércoles, contará con la participación de expertos internacionales y es un paso crucial para garantizar la transparencia y eficiencia en el proceso electoral. La Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados ya ha aprobado un proyecto de ley relacionado con el TREP, que ahora se encuentra en espera de discusión en el pleno.
Por otro lado, organizaciones de la sociedad civil han instado al TSE y a la Asamblea Legislativa a establecer la obligatoriedad de que los binomios presidenciales sean paritarios. Esta propuesta busca asegurar que, al menos una de las candidaturas a presidente o vicepresidente sea ocupada por una mujer, promoviendo así la igualdad de género en la política boliviana.
En resumen, el TSE se enfrenta a desafíos significativos mientras se prepara para las elecciones de 2025, con un enfoque en la transparencia electoral y la inclusión de la diversidad de género en las candidaturas. La próxima aprobación del calendario electoral y la resolución sobre la renuncia de Morales serán hitos importantes en este proceso
