El acceso a atención médica especializada representa un desafío considerable para los pacientes del Centro Integral de Salud Virgen de Guadalupe, quienes con frecuencia deben ser remitidos a otras localidades como Yacuiba o Tarija para recibir el tratamiento necesario. Esta situación se agrava por la imposibilidad de muchos afectados para costear los gastos de traslado y permanencia fuera de su comunidad.
La situación ha generado inquietud entre el personal del centro, particularmente para Irma Subía Rodríguez, psicóloga del Área Social, quien ha manifestado su preocupación por las múltiples dificultades que enfrentan los pacientes, especialmente aquellos con recursos limitados y en situación de vulnerabilidad. Se ha observado que numerosas familias acuden al centro con personas en estados delicados de salud, pero carecen de los medios económicos para desplazarse a hospitales de mayor complejidad, lo que a menudo resulta en que los pacientes queden sin la atención especializada que requieren.
La ausencia de un médico internista en el centro se percibe como una carencia fundamental, dado que se atienden pacientes en estado crítico, con enfermedades crónicas y adultos mayores que demandan cuidados específicos. La dificultad para asumir los costos de un traslado o la estancia prolongada fuera de la comunidad impide que muchos accedan a tratamientos vitales en otros lugares.
Cuando se requiere una interconsulta, los pacientes son generalmente remitidos a Yacuiba o, en su defecto, a Tarija si no hay especialistas disponibles en la primera. Sin embargo, los recortes presupuestarios y la saturación de los centros hospitalarios de mayor nivel restringen cada vez más la disponibilidad de cupos para nuevos ingresos. En casos de urgencia, la coordinación se realiza a nivel nacional a través del CEMAT, entidad que determina el destino final del paciente, pudiendo ser Bermejo, Tarija o incluso otras regiones. El personal del centro comprende la complejidad que esto representa para las familias, aunque la decisión final escapa a su control y depende de la capacidad de los centros receptores.
A pesar de estas limitaciones, el Centro Virgen de Guadalupe se distingue por mantener un inventario básico de medicamentos, lo que le permite atender una proporción considerable de los casos que llegan. No obstante, se reconoce que la escasez de recursos sigue siendo una constante.
Ante este panorama complejo, el personal del centro hace un llamado a la comprensión y paciencia de la comunidad, reafirmando su compromiso de no dejar a ningún paciente sin atención y de continuar las gestiones para obtener los recursos indispensables que garanticen el bienestar de la población