Los carpinteros en Tarija están enfrentando serios desafíos debido a la creciente importación de muebles de melamina, que se ofrecen a precios significativamente más bajos. Esta situación ha llevado a una reducción del 50% en la demanda de productos elaborados de manera artesanal en los últimos años, lo que ha puesto en riesgo la estabilidad laboral de muchos trabajadores en el sector.
Franklin Gutiérrez, representante del gremio, explicó que, a pesar de sus esfuerzos por mantener precios competitivos, incluso reduciéndolos en un 10%, la competencia con los muebles importados es insostenible. Gutiérrez señaló que, en el contexto actual, muchos consumidores optan por la opción más económica, lo que ha impactado negativamente en los negocios locales.
La crisis ha llevado a numerosos carpinteros a cerrar sus talleres y buscar alternativas laborales en otros sectores. De los 30 miembros que conformaban la organización, solo 10 permanecen activos, mientras que el resto ha migrado hacia actividades como la agricultura, el comercio o incluso han decidido trasladarse a ciudades cercanas en busca de mejores oportunidades.
El dirigente también destacó que la competencia desleal que representa el sector de la melamina ha forzado a muchos a deshacerse de su maquinaria y buscar nuevas fuentes de ingreso. Esta situación ha puesto en jaque la supervivencia de la carpintería tradicional en la región.
Para contrarrestar estos efectos negativos, el sector artesanal y de la madera ha organizado una feria departamental multisectorial, que comenzó el 8 de diciembre y se extenderá hasta el 8 de enero. Este evento tiene como objetivo ofrecer productos directamente del productor al consumidor, a precios accesibles, con la esperanza de reactivar la economía local y fortalecer el mercado de la producción artesanal