La cineasta boliviana Viviana Saavedra del Castillo presenta su documental Tras las huellas de un dinosaurio en un momento en que Bolivia y el mundo están atentos al yacimiento de huellas prehistóricas en Toro Toro, al norte de Potosí, reconocido como uno de los más extensos a nivel global. En Carreras Pampa, sitio emblemático de esta región, se han registrado más de 16,600 pisadas de dinosaurios, además de 280 rastros de natación, arrastres de cola y marcas de aves, datos que han generado gran interés científico y mediático en las últimas semanas.
Este documental, que se exhibe desde el 11 de diciembre en la Cinemateca Boliviana de La Paz, gira en torno a la figura de Henry Saavedra, padre de Viviana y pionero en la paleontología y espeleología en Bolivia. Su trabajo fue fundamental para la conservación de importantes áreas naturales como el Parque Nacional Toro Toro y Cal Orck’o en Chuquisaca. La directora, quien también es gestora cultural y ha codirigido otros proyectos audiovisuales, profundiza en su vínculo personal con su padre y en la relevancia de preservar el patrimonio natural del país.
El proceso de realización de Tras las huellas de un dinosaurio se extendió por varios años, combinando investigación, análisis y seguimiento. La producción contó con financiamiento íntegramente boliviano, lo que representa un motivo de orgullo para Saavedra. La filmación comenzó en 2015 con recursos propios y apoyos obtenidos a través de la Ley de Cultura del municipio de La Paz, pese a que las locaciones principales se encuentran en otras regiones del país. La colaboración de un equipo cercano y la convicción en la historia fueron clave para mantener el proyecto en marcha, especialmente considerando que Henry Saavedra falleció durante este periodo.
La directora establece un paralelismo entre el espíritu aventurero de su padre y su propia pasión por el cine. Destaca la conexión que el documental ha generado con diversas audiencias, desde niños hasta adultos mayores, quienes reconocen y valoran los paisajes y la historia que se retratan. El estreno en La Paz fue un momento emotivo para ella, al recibir el apoyo y cariño del público local.
Tras su lanzamiento nacional, el documental se prepara para recorrer otras ciudades bolivianas como Cochabamba, Santa Cruz, Sucre, Tarija, Potosí y Oruro, con proyecciones en salas comerciales y actividades dirigidas a estudiantes a partir de febrero de 2026. En el ámbito internacional, el filme está en proceso de postulación a diversos festivales, algunos de los cuales ya lo han incluido en sus listas cortas, aunque los detalles se mantienen en reserva por confidencialidad.
Con esta obra, Viviana Saavedra del Castillo contribuye a visibilizar la riqueza paleontológica y natural de Bolivia, además de rendir homenaje a quienes han dedicado su vida a explorar y proteger estos tesoros
