La última jornada de las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa del Mundo concluyó con un desenlace desfavorable para las aspiraciones de la selección venezolana. El equipo, que afrontaba esta fecha decisiva con una ventaja de un punto sobre Bolivia y la posibilidad de asegurar su cupo en la repesca jugando como local, se enfrentó a una selección colombiana ya clasificada para el próximo Mundial, que, a pesar de ello, demostró un compromiso absoluto con la competición.
El encuentro, celebrado en Maturín, comenzó de manera prometedora para el conjunto dirigido por Fernando Batista, que logró establecer una ventaja de 2 a 1 en el marcador. Paralelamente, en la ciudad de El Alto, la selección boliviana aún no conseguía superar a Brasil, lo que mantenía viva la esperanza venezolana de consolidar su posición.
Sin embargo, la destacada actuación del atacante colombiano Luis Suárez, quien marcó cuatro anotaciones, sumada a la creciente presión y los nervios que embargaron a los jugadores venezolanos al ver cómo se les escapaba la oportunidad de la repesca ante su propia afición, provocó un giro radical en el desarrollo del partido. El combinado colombiano orquestó una remontada contundente, sellando el marcador final en un abultado 3 a 6.
Este resultado significó la eliminación de Venezuela de toda posibilidad de clasificar al Mundial. De manera indirecta, la victoria colombiana, combinada con el triunfo de Bolivia sobre Brasil en su respectivo encuentro, entregó a la selección boliviana el boleto para el partido de repesca, que se disputará en marzo, manteniendo así sus opciones de acceder a la Copa del Mundo