La ciudad de Tarija se enfrenta a un creciente malestar entre los comerciantes legalmente establecidos debido al auge de ferias no autorizadas que operan en diversas zonas de la urbe. Representantes de las asociaciones de feriantes reconocidas han manifestado públicamente su preocupación ante lo que consideran una competencia desleal que perjudica significativamente sus actividades comerciales.
Según declaraciones de un portavoz de la Asociación del Mástil, al menos cuatro de estas ferias irregulares han comenzado a funcionar en espacios públicos sin la debida autorización municipal. Estas iniciativas, aparentemente impulsadas por dos figuras provenientes del departamento de Chuquisaca, se promocionan activamente a través de plataformas digitales como Facebook y TikTok. Se ha informado que estas personas estarían cobrando tarifas de hasta 70 bolivianos por cada puesto de venta.
Las asociaciones de feriantes han emitido una resolución conjunta en la que expresan su firme oposición a la proliferación de estos mercados informales, especialmente aquellos convocados a través de redes sociales. En este sentido, hacen un llamado a las autoridades competentes, incluyendo la Intendencia Municipal, la Guardia Municipal y la dirección de Ingresos, para que intensifiquen los controles y pongan freno a estas actividades.
Otro líder del sector comercial formal señaló que estas ferias, a menudo denominadas ventas de garaje, han provocado una notable disminución en las ventas de los comerciantes establecidos. Si bien no se oponen a la actividad comercial en sí, exigen que se realice de manera organizada y en los lugares designados por las autoridades municipales, respetando las normativas vigentes.
La presidenta de la Asociación de la Feria de la Víbora Negra destacó la difícil situación económica que atraviesan los comerciantes, especialmente tras las recientes inundaciones de noviembre. En este contexto, la proliferación de ventas no autorizadas agrava aún más la situación, generando una competencia desigual debido a los menores costos operativos de estos mercados informales. La dirigente expresó su descontento ante la aparente falta de control por parte de las autoridades, mencionando específicamente la situación del parque Bolívar, que, según sus palabras, se ha convertido en un espacio comercial desordenado debido a la inacción de los responsables.
El incremento del comercio informal en Tarija se enmarca en un contexto más amplio de crisis económica y falta de oportunidades laborales a nivel departamental y nacional. Ante esta realidad, un sector de la población busca alternativas para generar ingresos y sustentar a sus familias, lo que ha derivado en el auge de estas actividades comerciales informales